En un reciente vuelo, en trayecto que abarcó varios departamentos, fue posible aprovechar la circunstancia de un cielo completamente despejado para observar los ríos desde el aire, comenzando por aquellos mayores: Magdalena y Cauca, y desde luego todos los demás que conforman esa telaraña de agua en nuestro territorio.

Sorprende sobre manera que la inmensa mayoría de esos causes carezcan de una vegetación apreciable y esos hilos de agua no tienen otra compañía que áridas tierras, en donde la mano del hombre ha eliminado los bosques en procura de aprovechar al máximo el espacio para sus fines lucrativos.

Nos hace pensar este panorama en la urgente necesidad de que cada cause de agua en nuestro país, debería tener un inventario de su situación, acompañado de un plan de recuperación, de tal manera que sea fácil avanzar en el tema de la rehabilitación ambiental y del mantenimiento de los caudales del agua.

Cada alcalde de Colombia, debe tener muy en claro su papel frente a este compromiso y sobre todos los mandatarios debe existir un esquema de medición de compromisos, para poder establecer los reales avances.

Este fenómeno del Niño  que estamos padeciendo, debe servir para que se tomen medidas de fondo en esta materia, y sería la oportunidad para que se practique el anunciado plan de reestructuración de las corporaciones autónomas regionales, para que entren a cumplir un papel eminentemente técnico, sustraído de intervenciones políticas y alejadas totalmente de la corrupción.

En Colombia existen alrededor de 140 municipios con graves problemas para el suministro de agua y la lista se irá engrosando todos los días, a medida que la depredación y la falta de acción sigan siendo notorios.

Colombia es uno de los países del mundo con mayores fuentes hídricas y lo que los hechos demuestran es que nos hemos acostumbrado a vivir en medio de una abundancia que ya no es tal y que amenaza con voltear completamente el panorama en los próximos años.

Hay que revisar lo que otros países han hecho en esta materia con bastante éxito, en donde es posible encontrar una forestación cada vez más robustecida y unos programas de descontaminación que hacen mantener las vertientes en perfecto estado de pureza y aprovechamiento.

La conferencia del cambio climático que se instala estos días, debe apuntar a señalar las responsabilidades de manera mas concreta.