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Otra vez la infodemia causando miedo
Desafortunadamente, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS), explica que es una variante de preocupación, los medios de comunicación no parecen conocerlas.
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Sábado, 18 de Diciembre de 2021

Las dos últimas semanas hemos sido bombardeados desde los noticieros de televisión, los periódicos y las redes sociales de alarmantes noticias acerca de una nueva variante del SARS-CoV-2, virus que produce esta horrible pandemia causada por la COVID-19 que ha cambiado totalmente nuestras vidas, alterado nuestra economía, afectado nuestros comportamientos y casi que destruido el tejido social. Son noticias que no son falsas, sino exageradas y faltas de sustento científico. Los norteamericanos las llamaron fake news, sin una traducción precisa al castellano.

No se trata de minimizar la importancia de alertar a la población ante una amenaza para que tome medidas para protegerse. Se trata de tener parámetros que aseguren, hasta donde sea posible, cómo distinguir entre lo verdadero y lo falso. El caso de algo tan normal como las mutaciones del virus que ha causado esta pesadilla mundial no debería ser objeto de la especulación periodística y del nerviosismo alimentado por las redes sociales.

Desafortunadamente, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS), explica que es una variante de preocupación, los medios de comunicación no  parecen conocerlas. Estas alertas de la OMS son dirigidas a los gobiernos para “intensificar las actividades de vigilancia y secuenciación y conocer mejor las variantes del SARS-CoV-2 en circulación; enviar las secuencias completas del genoma y metadatos conexos a una base de datos públicamente disponible, como la GISAID y notificar a la OMS los casos o conglomerados de casos de infección por las variantes preocupantes, por medio del mecanismo del Reglamento Sanitario Internacional”.

Esto implica que los gobiernos tienen que poner a sus expertos genetistas, biólogos moleculares y epidemiólogos en la tarea de detectar la variante si se presenta, secuenciar su genoma y hacerle seguimiento a sus características. En el caso colombiano, esta tarea la hace el Instituto Nacional de Salud. Desafortunadamente, los medios interpretan esa solicitud de la OMS a los a los gobiernos como una alerta acerca de que esa variante puede tener un efecto adverso sobre la población general.

En el caso ómicron, protagonista de la actual infodemia, es de mucho interés por el número de mutaciones acumuladas, Pero, hasta los mismos dirigentes de naciones  desarrolladas reaccionaron en forma primitiva ante una amenaza  que no entienden y cerraron sus fronteras a personas de los países donde  ocurrió y se difundió esa mutación. Al hacerlo, crearon un pánico global y los medios se preguntan por qué no hemos cerrado nuestros aeropuertos o por lo menos exigido el test de la variante ómicron para admitir a  un viajero.  Afortunadamente, importantes diarios colombianos informaron lo que los genetistas y biólogos moleculares ya sabíamos hace más de una semana, en el sentido de que los síntomas producidos por ómicron son leves.  Además, su capacidad de infección es menor a la de las variantes delta y mu, aunque sigan apareciendo noticias mezcladas que dicen que alguien dijo lo contrario.  Nuestra preocupación principal en este momento es la variante delta que predomina actualmente en Colombia.

No podemos bajar la guardia. Aunque parece que en el momento estamos en una meseta, en cuanto a número de infectados y número de muertos, mil a dos mil y 30 a 90 respectivamente, solo nos mantendremos así si logramos que prácticamente toda la población esté vacunada con dos dosis, no importa con qué marca de vacuna, y que quienes pueden recibir una tercera dosis, lo hagan.

Independientemente de la vacunación, tenemos que continuar usando el tapabocas en espacios cerrados o en sitios donde se junten muchas personas y lavándonos frecuentemente las manos. Todavía tendremos que guardarnos un poco antes de ir a bailar a discotecas o disfrutar de otros espacios cerrados. La responsabilidad es de todos y, más que preocuparnos por la variante ómicron, protejámonos de cualquier infección siguiendo las medidas de bioseguridad durante las fiestas decembrinas, durante las cuales suspenderé mis columnas.

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