El lunes de la semana que pasó, leí por este medio de comunicación una justa propuesta para modificar el ‘Pico y Placa’ para vehículos nacionales, en particular aquellos que tienen matrícula de Cúcuta, según Yamid Gene, secretario de Transporte y Tránsito de la ciudad.

Manifiesta el funcionario, que son duras la quejas de la ciudadanía relacionadas con el pésimo estado de la carpeta asfáltica y decide sacar la siguientes cuentas: se tiene casi duplicado el parque automotor de la ciudad, cifra que se presume puesto que pasa de 250 mil automotores en el período 2018-2019 a 450 mil a la fecha, con la frontera cerrada y de esos, solo 75 mil poseen placa de Cúcuta, de los cuales 10 mil son automóviles y camionetas.

Sin volverme el defensor de la administración, se tiene que estamos viviendo en una ciudad en donde la mayor parte de los propietarios de vehículos, pagan impuestos en Villa del Rosario o en Los Patios, pero su movilidad se desarrolla en Cúcuta, incluida la rumba y de seguro son los críticos y estadistas más furibundos de los huecos existentes y de los nuevos, pero prefieren pagarles impuestos a los vecinos.

El secretario se quedó corto porque prudentemente excluyó el inmenso grupo de vehículos con matrícula extranjera, muchos de ellos dedicados al transporte informal con presunto conocimiento de la autoridad y esos tampoco aportan al mejoramiento vial y en cambio, son causantes del deterioro, junto con los citados al inicio de la columna. Además, se avecina la apertura total de la frontera, y con ella el ingreso de miles de automotores desde todos los rincones del hermano país, total que el panorama es demasiado complejo para todos.

Considero que es hora de estimular a las personas que pagan sus impuestos en la ciudad, levantando la medida de ‘Pico y Placa’ de tal manera que los próximos automotores nuevos, posean placa local para tratar de equilibrar una balanza que puede tardar más de una década.

Falta el pulso en el Área Metropolitana, dado que sus alcaldes saltarán a defender una costumbre que a la fecha es injusta puesto que el dinero de los impuestos de vehículos queda en sus municipios, y los problemas de infraestructura quedan acá y no creo que se atrevan a decir que los visitantes del inmediato futuro, estarán en sus jurisdicciones transitando porque nadie se los va a creer y si amenazan con establecer la medida de regulación vehicular en sus municipios, están en todo su derecho pero es lo que podríamos llamar “pataleo de ahogado”. 

Por otra parte, es necesario que sigan los controles policivos para reducir el impacto negativo que se genera cuando los conductores abandonan sus vehículos en sitios no permitidos porque es la única manera de que tengamos mejora en movilidad, siempre y cuando se siga ajustando la ola verde, porque a la fecha es muy descontrolada y ese factor también impacta la movilidad.

Aunque difiero de muchas acciones de la administración en la temática, apoyo la justa propuesta del secretario Gene. 

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