En un inmueble colonial ubicado en la Calle Segunda de Badillo, en pleno centro histórico de Cartagena, a pocos metros de la casa donde nació y vivió el expresidente Rafael Núñez Moledo, hoy ocupada por la Universidad Rafael Núñez, se celebró este mes el XX Parlamento Internacional de Escritores de Cartagena, del 12 al 15, evento declarado de interés general e institucionalizado por el Honorable Concejo Distrital, según Acuerdo 09 de 2018.
El certamen fue organizado por la Asociación de Escritores de la Costa y fuimos invitados Fernando Chelle y el suscrito. El tema de fondo era un homenaje a la literatura colonial, sin perjuicio de referencias poéticas e históricas.
Lo primero que quiero destacar es que, siendo un evento eminentemente literario en el Caribe colombiano, cualquiera pensaría que lo presidiría la figura inevitable de Gabriel García Márquez, por talla y paisanaje. Pues no. Pasaron los días y nadie lo mencionó absolutamente para nada. Sólo el día sábado 15, en la clausura del evento, apareció Gabriel Eligio Torres García, sobrino del Nobel y autor del libro La casa de los García Márquez, para presentar su obra. En su Facebook pueden ver y escuchar su intervención fluida, porque la grabé y se la pasé.
El hecho de omitir al Nobel no es reprochable, porque de tenerlo presente en todo nos pasaría como en Cúcuta, donde nadie puede surgir porque inmediatamente le ponen enfrente las figuras de Eduardo Cote Lamus y Jorge Gaitán Durán, como recordándole al intruso que no puede “aflorar” ni traspasar una línea imaginaria trazada previamente, porque desde el siglo pasado existen dos deidades superiores que hay que venerar. Eso hay que superarlo algún día y la región Caribe es un buen ejemplo.
Este evento cartagenero, que se realiza todos los años y al que seguiré asistiendo, es una vitrina incomparable para que los autores se muestren y exhiban su obra. Sin tener el obstáculo de la figura arrolladora de García Márquez, se advierte en el Caribe colombiano, desde este observatorio que es Cartagena, una explosión de poetas y escritores jóvenes y mayores, todos produciendo y publicando. Lo que viví en el evento y lo que leí en el Magazín del Caribe, “Órgano de la asociación de escritores del Caribe”, que va para el año XVII y el No. 82, una revista modesta y pletórica de información de literatura caribeña, produce envidia sana.
El viernes en la noche el Parlamento de Escritores abandonó el inmueble colonial donde sesionó y nos trasladamos a la iglesia de la Santísima Trinidad, o mejor, a su altozano, que aquí llaman Plaza de la Trinidad”, en el tradicional y colonial barrio Getsemaní, donde se hizo una velada poética con participación popular. El que quisiera tenía abierto el micrófono y la intervención de los vecinos fue masiva.
Agradecemos la invitación que nos extendió el amigo Joce Daniels García - fundador y presidente del Parlamento Internacional de Escritores y de la Asociación de Escritores de la Costa -, porque conocimos nuevos valores en la literatura y nos dio la oportunidad de reencontrarnos con viejos amigos, entre otros, el mismo Daniels, Alexis Jattin Torralvo, de Lorica; Albio Martínez Simanca, prolífico escritor monteriano; Gabriel Eligio Torres García, de Cartagena, con quien de sólo conocidos en años anteriores pasamos a hacer buenas migas; y la familia del difunto escritor Amaury Díaz Romero, con quien quedé a visitarla esta semana en su residencia en Barranquilla.
¡Volveremos a Cartagena!
