Empiezo por la respuesta: Ojalá que no, sería lo peor que le podría suceder a Cúcuta en las elecciones de octubre. Y ahora como parece que se unieron Juan Carlos García y Ramiro para apoyar a Leonardo Jácome para la alcaldía que seguramente les daría alguna fuerza electoral, por decirlo de alguna manera, Cúcuta no merece peor suerte. Lamentablemente este es el precio político que podría recibir la ciudad por el gran fracaso de esta administración en estos cuatro años que terminan. El centro fracasó, dirán algunos, “ahí tuvieron la oportunidad de gobernar a Cúcuta durante cuatro años y fracasaron” dirán otros, y lo peor de todo es que hasta tienen razón. Históricamente la ciudad perdió una oportunidad de hacer un cambio, no solo en su modelo de administración sino incluso más allá, más profundo, un cambio moral, que debería dar lugar a que en este momento, de haber tenido un buen gobierno, estuviéramos preparando un excelente candidato que garantizara la continuidad de ese cambio, de ese buen gobierno que nos quedamos esperando. Nunca sucedió. Cúcuta perdió.
En algo la suerte de Cúcuta tiene alguna referencia con ese clásico de la literatura “El extraño caso del Dr Jekyll y Mr Hyde”, la historia en la Londres de 1860 en la que en una noche fría y oscura alguien ve como una persona huye, no sabe de que, lo ve cruzando una calle. Lo que más lo impresionó fue ver la expresión tan fea de su cara, y al otro día lee en la prensa que la policía buscaba un asesino justo en esa zona; el transeúnte se dio cuenta que había visto al asesino y fue a la policía. La sorpresa fue total, el asesino había sido uno de los más prestigiosos médicos de la ciudad, es la historia infinita e inextricable entre el bien y el mal. Hacia octubre Cúcuta pareciera que estuviera atrapada en una especie de destino trágico en política, en la que como en la novela, el mal puede ganarle al bien. Si un candidato de centro o del partido verde fracasa, entonces las fuerzas del mal vuelven, y ni mucho menos porque los que están ahora hayan sido muy santos. Decía que hasta tienen razón, o como me decía alguien muy conocido en estos días de la ciudad: “Y acaso es que usted cree que los de ahora son unos ángeles?”
De hecho esa realidad explica que haya tantos candidatos, algunos oscuros y grises, sin ninguna preparación para el cargo, porque ese fracaso de esta administración lleva a muchos a pensar, y ¿si ya Yáñez fue alcalde, por qué no puedo ser yo?. Si, tienen razón, más que cuatro años perdidos de administración, lo peor de todo es el precio que en octubre podría pagar la ciudad por este desacierto. Y peor con las noticias que circulan por estos días circulan: Cúcuta una de las ciudades más violentas del mundo, o aquella otra que nos toca, el 30% de la población colombiana, cerca de 15 millones, tienen problema de alimentación. ¿Cuántas familias de la ciudad? Me dicen que Ramiro podría manejar algo así de cerca de 20 mil votos, y no se cuántos el senador García, pero claro, eso que sucedió hace 4 años, cuando a pocos días de las elecciones se daba por descontado el triunfo de Jorge Acevedo, y casi que milagrosamente fue derrotado por las redes sociales, esa coyuntura no se repite.
Por ahora no me queda sino releer el libro del Dr Jekyll, a ver si por algún lado encuentro que el bien si le puede ganar al mal, porque de no ser así, tocará comprar el último de Fernando Vallejo que habla de “Los porkys del poder”, y ahí se encuentra un capítulo a el porky Samper, como lo escribe Vallejo, y eso que Vallejo hace rato no viene a Cúcuta.
