

La estructura de la torre 8 de los edificios Cormoranes se sigue agrietando.
Esta fue la afirmación de los vecinos del conjunto residencial entregado gratuitamente por el Gobierno Nacional, y que desde hace más de dos años viven con el problema.
La inclinación del edificio se notan a simple vista; no hay necesidad de aparatos.
“Es preocupante la situación de la torre 8, porque el deterioro no se ha detenido, sigue avanzando”, dijo José Ordoñez, de la junta de acción comunal.
La comunidad espera que la próxima semana, representantes del ministerio de Vivienda hagan presencia en el conjunto, para presentar un plan de trabajo del cual los afectados no saben nada.
Denunciaron que hace ocho meses la Contraloría nacional tomó muestras de los materiales que se utilizaron en la construcción; sin embargo, aún están esperando los resultados.
Desde hace dos semanas, la Constructora JR está realizando un trabajo en medio de una hilera de las torres, para recoger las aguas que se supone hay debajo de las estructuras.
“Si llega a llover y el agua se filtra, estos trabajos no van a permitir que el agua quede debajo haciendo daño a la estructura, sino que el filtro la recoge y la saca por una tubería”, explicó el representante de la junta. “Se está previniendo que si hay muchas aguas filtradas, vayan a seguir perjudicando las torres”.
Se tiene previsto que la próxima semana, la Oficina municipal de Gestión del Riesgo inspeccione las torres de Cormoranes y Estoraques.
La propietaria María Galvis denunció que ya se han hecho trabajos anteriormente, pero las fallas siguen presentándose, conforme pasa el tiempo.
“¿Será que tiene que ocurrir una desgracia para que vengan a solventar el problema que tenemos en los edificios?”, cuestionó, visiblemente preocupada por el problema. “Aquí hay familias que se han ido, por miedo a que se les venga encima la torre”.