La arquitecta Luz Karime Coronel Ruiz hace parte de los profesionales con mayor conocimiento del desarrollo urbano de Cúcuta. Desempeñó la gerencia de Corpocero de 2005 a 2011. Luego asumió la dirección de la seccional de Camacol y desde hace cuatro años es titular de la Dirección de Metrovivienda, el organismo de la administración  municipal que tiene el manejo de los programas habitacionales.

¿En cuanto a vivienda,  cuáles son las necesidades prioritarias de Cúcuta?

-En materia de vivienda la recuperación predial constituye uno de los principales pilares para que Cúcuta pueda pasar de la informalidad urbana a la formalidad y así poder equilibrar un marco fiscal que  permita ejecutar programas adecuados de infraestructura para que las familias tengan saneamiento básico, que les garantice los servicios esenciales, lo cual hace parte de la protección de la salud.

¿Cuántas viviendas necesita la ciudad para satisfacer esa necesidad de su población?

-Según los datos del Dane  se necesitarían hoy 18.597 viviendas, que es el déficit cuantitativo. Pero se deben tomar en cuenta nuevas situaciones como las oleadas invernales de los años 2010 y 2011, más lo que ha pasado por las condiciones de riesgo y movimientos sísmicos. Esto aumenta el número de las soluciones requeridas.

¿Cómo están respondiendo, el sector oficial a través del municipio y los constructores privados a la satisfacción de esa necesidad?

-Desde el sector oficial se han orientado unas acciones claras que corresponden a políticas nacionales. Esto le ha permitido al municipio de Cúcuta clasificar y aprovechar los proyectos en materia de infraestructura, por lo cual se pueden mostrar resultados con nuevos espacios como son las ciudadelas, que solucionan problemas de desplazados, de damnificados y de pobres en situación extrema. Nuevos planes ya vienen en camino y beneficiarán a sectores de población de otros niveles. Vipa y Mi casa ya harán posible contar con vivienda propia y digna. Los constructores privados se han convertido en actores importantes, pues son los que ejecutan. Lo cierto es que el Municipio no cuenta con suelo de su propiedad y  lo que hizo fue habilitar lo que está disponible para facilitar el desarrollo urbanístico.

¿Cómo afecta la situación de riesgo que tiene la ciudad las soluciones de vivienda?

-La afectación es grande para nosotros y si se mide por porcentajes la preocupación es mayor. Hay 57 zonas en condiciones de alto riesgo que requieren planes de reubicación o de mitigación. De allí la urgencia de adelantar un gran  estudio con el cual se pueda apoyar el proceso de microzonificación sísmica de la ciudad.

¿Los desplazados que llegan a Cúcuta qué incidencia tienen en cuanto a la vivienda?

-Afecta de manera notable, dado que se agrega al inventario de ese déficit cuantitativo que se tiene. De otra parte, genera un hacinamiento poblacional muy alto, con familias en condiciones económicas lamentables. Y le corresponde al municipio garantizar servicios, apoyo social, generación de empleo, como derecho fundamental de las personas que habitan la ciudad. Difícil de atender, pues Cúcuta tiene uno de los más altos índices de desempleo y de ocupación informal en el país.

¿En lo que respecta a los servicios domiciliarios para la población urbana, la Administración garantiza su cobertura en los nuevos desarrollos de vivienda en la ciudad?

-Los servicios están previstos para los nuevos desarrollos de la vivienda. El  Plan de Ordenamiento tomó en cuenta la expansión de suelos como la aprobada en 2012. Si hablamos de lo que está pasando en asentamientos informales, lo que se requiere es la legalización de los predios para que los servicios lleguen a los correspondientes domicilios.

¿Y cómo califica la calidad de la vivienda que se construye en Cúcuta?

-Las nuevas construcciones en la ciudad están sujetas a un marco técnico de sismo resistencia que garantiza su estabilidad  ante cualquier situación de anormalidad natural.  La  calidad de los servicios está certificada. Se cuenta con pólizas y fiducias para una mayor seguridad de los planes.

¿Fiscalmente qué representa para el Municipio de Cúcuta el desarrollo de la vivienda?

-Cada vivienda es un predio que genera un impuesto, que  va a una bolsa de recursos para aplicarlos a programas de beneficios a las familias y en general a la ciudad. Lo deseable es que esos impuestos puedan cobrarse de manera uniforme a fin de que se inviertan en programas de utilidad general. Hay que avanzar en el saneamiento predial mediante la titulación de los predios fiscales ocupados por muchas familias. Debe aumentarse el recaudo hasta llevarlo al nivel de las inversiones previstas en los programas de Gobierno.

¿Cómo está Cúcuta en programas de vivienda con respecto a otras ciudades  semejantes?

-Nosotros tenemos un cupo muy especial, dado que en habilitación de suelos Cúcuta alcanzó un alto porcentaje de incorporación y esto la llevó del séptimo lugar a  los primeros puestos. Ha habido un aprovechamiento del ciento por ciento del total de la oferta de la nación, la cual se dio tomando en cuenta a  los desplazados, las víctimas y  a quienes se encuentran en situación de pobreza extrema. Y no se trata de entregar solamente una casa sino de que cada entorno cuente con la infraestructura para educación, salud, vías, recreación, los servicios y hasta el culto religioso.

¿Usted cree que hay adecuada planificación para el desarrollo urbanístico de la ciudad?

-No existe un plan que nos permita decir con certeza para dónde vamos. No hay una política de vivienda, que oriente a largo plazo las acciones de la ciudad y que tenga continuidad en las administraciones y no dependa de las improvisaciones del Alcalde de turno. Se carece de un programa que  haga de Cúcuta una ciudad organizada.

¿Cree que el llamado mobiliario urbano está actualizado para el desarrollo y crecimiento que ha tenido la ciudad?

-Tampoco tenemos un mobiliario urbano establecido de manera  adecuada y actualizada que pudiera contribuir a un mejor ordenamiento de la ciudad. Se necesita un manual de espacio público, con precisiones respecto a las diversas actividades. Inclusive debe servir para trazar el desarrollo de la vivienda.

¿Y cómo está el sector rural?

-El sector rural lamentablemente no puede tener un desarrollo en vivienda. No hay programas de saneamiento básico. La falta de agua potable impide  la ejecución de planes habitacionales. Es un problema para solucionar cuanto antes.

¿Cómo ha seguido la plantación de árboles en Cúcuta?

-Nuestros elementos arbóreos  que son casi la sombrilla natural de esta ciudad no tienen una organización clara que permita saber que especie deberíamos plantar, no solamente por nuestra naturaleza sino también por nuestra identidad. Así como se requiere un Manual del espacio público es necesario para la plantación de árboles.

¿Qué ajustes hay que hacerle a Metrovivienda para que sea más eficiente?

-Muchos.  Tiene un plan de desempeño y hasta se propuso su liquidación. No es una entidad sostenible en el tiempo. Es un ente descentralizado, pero no funciona como los otros. Está sin autonomía presupuestal. Su reestructuración está estudiada y hay que buscarle aplicación.