Las dos familias que viven en los salones de la Escuela Cúcuta 75, ubicada en la manzana 34 de la parte alta del barrio Palmeras, y que fue abandonada hace 22 años, temen porque esa infraestructura podría caerse en cualquier momento.
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Son seis personas que habitan este lugar desde 2011, tras quedar damnificadas durante la oleada invernal de 2010.
Irma Garzón Cordero vive en ese lugar y sostuvo que ellos no tienen un lugar a dónde ir. Además, ahí también residen una niña de 13 años y un bebé de tres meses de nacido.
Se conoció que quienes viven allí no sabían que el plantel educativo estaba ubicado en una zona de alto riesgo.
“La necesidad nos llevó a vivir acá, porque en ese entonces a nuestros vecinos los reubicaron y a nosotros no. El exalcalde Donamaris Paris nos entregó las llaves del sitio… Le pedimos permiso a los vecinos para vivir allí, sin pensar que 11 años después estaríamos bajo riesgo”, explicó Garzón.
Revivió el miedo
El viernes 21 de octubre, luego de un aguacero, las personas que estaban en la antigua escuela escucharon un estruendo en una parte solitaria donde guardaban chatarra y muebles viejos. Al verificar, notaron que parte de una de las paredes se había caído.
Cuatro días después, el martes 25 de octubre, unos funcionarios de la Secretaría para la Gestión del Riesgo, según los vecinos, visitaron la zona y les dijeron que para prevenir una tragedia, era necesario tumbar toda la pared afectada.
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“Nos dieron la opción que nosotros construyéramos una pared, que estaría en un punto seguro. Si se volvía a caer otra pared tocaba desalojar, porque corríamos riesgo”, dijo uno de los habitante de este lugar.
Las familias le explicaron a La Opinión que temen que los desalojen, porque no tienen dónde reubicarse, por lo que le piden a la Secretaría para la Gestión del Riesgo que gestionen un nuevo hogar para ellos.
Un muro de contención dañado
Los residentes de la manzana 34 también le dijeron a este medio que el muro de contención, construido hace tres años por el Fondo de Adaptación, para impedir que el agua lluvia pasara para unas casas que hay en la parte baja de un barranco, se está agrietando. Por eso le piden a la Secretaría de Infraestructura de Cúcuta que lo reparen.
Eliana Medina Pabuence, secretaría de Infraestructura de Cúcuta, manifestó que, “se realizará visita técnica para establecer las condiciones de la estructura y realizar el respectivo requerimiento a Fondo Adaptación, ya que fue esta entidad la encargada de su construcción”.
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Varias personas creen que una fuga en una tubería, que instaló Aguas Kpital en 2019, habría causado que el terreno se esté debilitando, por lo que varias viviendas estarían en riesgo.
“Quedó mal hecha esa acción, porque se riega el agua, humedeciendo el terreno. Algunos vecinos dicen que sus casas se están agrietando, pero nadie nos da soluciones”, explicó Marta Pérez, residente del sector.
La Opinión se comunicó con la oficina de prensa de Aguas Kpital para conocer las acciones para reparar la tubería afectada en ese sector de la ciudadela Juan Atalaya, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
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