El barrio María Paz es de los más pequeños de la Comuna 6, de Cúcuta. Colinda con los sectores Carlos Pizarro, Chapinero y Cecilia Castro. Para llegar hasta allá hay varias rutas, pero las más conocidas son por la ‘X Roja’ y la Avenida Las Américas, sin embargo, a muchos conductores les resulta difícil, que al no conocer la zona se pierden.
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La confusión sobre la ubicación de María Paz tiene su origen, según los habitantes más antiguos, porque hace 25 años era parte del barrio Carlos Pizarro, por lo que la mayoría de los cucuteños aún creen que esa zona es todavía un sector de ese popular sitio de la Comuna 6.
Se conoció que dos de los motivos que llevaron a los residentes de María Paz, en 1997, a conformar un nuevo sector fue para recibir beneficios de la Alcaldía de Cúcuta y tener una Junta de Acción Comunal (JAC) diferente.
Comenzar de cero fue una tarea difícil, según relata Miguel Ángel Ascanio Ortiz, líder comunal de María Paz. Él es ‘la voz de la memoria’, porque fue de las personas que lideró la independencia de su barrio, que en ese entonces era una invasión, y la conformación de una JAC.
Ascanio camina por las calles de este sector para distraerse y saludar a sus amigos. Él recuerda que luchó para que la Alcaldía de Cúcuta les otorgara el estatus de barrio en 2004, siete años después de separarse de Carlos Pizarro.
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“Esto acá fue muy difícil comenzar desde cero, las calles estaban sin pavimento y cuando fui a hablar con las empresas de transporte para que por el barrio pasara una ruta de busetas nos dijeron que a los choferes les daba miedo transitar por María Paz porque los robaban”, explicó Miguel Ángel.
El transporte y el pavimento
El trato al que llegaron los líderes comunales de María Paz y una empresa de transporte, en 2002, fue que los choferes pasarían diariamente por el barrio si las calles eran reparadas.
Así fue como los residentes gestionaron con varias ladrilleras pedazos de ladrillos para echarlos en los huecos y cráteres que había a lo largo de las cuadras por donde pasarían las busetas.
Una vez rellanaron las calles con ese material, los buseteros les manifestaron que tenían un problema y era que la ruta de transporte pasaba por una calle de Chapinero en mal estado y los vehículos se podrían dañar.
Entonces, según Ascanio, unos delegados de María Paz hablaron con la JAC de Chapinero para que pavimentaran esa calle. A las pocas semanas la vía estaba en buen estado y las busetas pasaron por allí.
“Es que la ruta pasaba desde diferentes zonas de Cúcuta, hasta llegar al centro, la Terminal de Transportes, Chapinero y María Paz. Las rutas eran de ida y vuelta, significando un avance para los residentes, que ya no debían caminar hasta la autopista de Atalaya para conseguir transporte”, aseguró el líder comunal.
Y agregó que luego de esa gestión, se promovió que los residentes le echaran tierra, piedras o pedazos de ladrillo para tapar los huecos y cráteres, hasta que en 2003 la Alcaldía de Cúcuta les pavimentó las calles.
Actualmente, los residentes necesitan que la Secretaría de Infraestructura les pavimente las calles que con el paso del tiempo, la humedad y el tránsito de vehículos a toda hora, se han agrietado.
“Hay calles que están bien, otras que si necesitan que las reparen para que los huecos no se conviertan en cráteres”, explicó el líder comunal.
El problema de las basuras
Es común al pasar por algunas calles de ese sector de la Comuna 6 encontrarse con andenes llenos de maleza y bolsas de basura tiradas. Algunos residentes denunciaron que esa problemática ha provocado que varios niños se enfermaran, además, le dan un mal aspecto al barrio.
Michell Pérez, residente de este barrio, explicó que en la avenida 12 con calle 5BN, donde hay un lote abandonado, algunas personas tiran bolsas con basura ahí, incluso los días en que el camión recolector de las basuras no pasa por allí.
“Eso provoca malos olores, porque las personas no pasan por ahí y eso llama a los perros callejeros, que rompen las bolsas y esparcen los desperdicios por todas partes”, comentó la mujer.
No tienen escenarios
El barrio no tiene ni iglesia, ni canchas, ni parques, las personas comparten un templo católico con los residentes de Carlos Pizarro, al igual que un parque con los habitantes de Chapinero.
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