Ruber Andrés Bedoya, jugador y capitán del equipo Cúcuta Futsal se vio envuelto en un escándalo de agresión a dos mujeres en Cúcuta. El deportista habló con La Opinión y dio a conocer la razón por la que terminó involucrado sin ser verdaderamente el responsable.
Los hechos toman lugar, el sábado, a las 9:20 de la noche, en un establecimiento comercial, ubicado en la Avenida del Río, en donde estaban Alejandra Cruz Quiñónez y su prima, cuando escucharon los gritos de un hombre seguidos de un empujón que terminaron con una agresión brutal, al parecer, porque alguien llamó ‘Firulais’ a una mascota.
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Ante este hecho, el capitán aseguró que en la tarde del sábado se encontraba en una cancha de fútbol y que de allí salió a compartir con unos amigos una comida, fue allá cuando recibió una llamada que lo llevó de Caobos a la Avenida del Río.
“La gente que me conoce sabe que soy un ser agradable, no comparto ningún hecho de violencia, eso no me gusta y no va conmigo. Mis principios y valores inculcados por una mujer, como mi madre me hace rechazar todo tipo de violencia contra ellas”, dijo Bedoya, quien reconoció que no ha podido conciliar el sueño desde ocurrido los hechos.
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La llamada que no debió atender
Ruber precisó que terminó inmerso en este hecho debido a que el verdadero agresor, lo llamó para pedirle que le recogiera el carro que había dejado abandonado en ese sector, por lo que él acudió allí con otro amigo.
“Me tomó unos 20 minutos llegar a la Avenida del Río, inmediatamente vi lo que estaba pasando y me entero de lo que todos ya han visto en el video. De haber sabido eso, no acudo a ese lugar, pero ese fue mi pecado”, aseveró.
El jugador agregó que cuando un policía le pidió identificarse, estaba presente un familiar de las mujeres agredidas, quien también apuntó su nombre y eso desencadenó una desinformación que lo tiene hoy en el ojo del huracán.
“Esa misma noche un hombre en una motocicleta me dijo: ‘Míreme a la cara. Esta me las paga’ y yo solo decía pero si no soy yo, de qué hablan”.
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Un video de seguridad, que tiene el jugador demuestra que a las 9:25 p.m. hora en que se presentó la brutal agresión, este se encontraba en el barrio Caobos, dentro de un parqueadero frente a la cancha en la que se la pasó toda la tarde.
En los ojos de Ruber Andrés hay tristeza. Asegura que ha llorado más de lo que le tomó recuperarse de dos finales que perdió con su equipo y solo espera que el verdadero responsable aparezca o que las autoridades puedan esclarecer lo ocurrido y así limpie su nombre.
¿Quién es el presunto agresor?
Ruber aseguró que el amigo que lo llamó para pedirle ese favor, lo conocen como ‘Coqui’ y jugó con él en hace unos tres años, en una temporada de los inicios del equipo Cúcuta Futsal.“Sé que su apellido es Peñalosa Peñaranda y es de Sardinata. Teníamos una relación cordial de amigos de fútbol y tras este hecho, ahora desapareció. No contesta mis llamadas ni mensajes. Le pido que salga y de la cara, que asuma sus actos. Que sea valiente como lo fue para pegarle a esas muchachas”, dijo Ruber.