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Economía
Crecimiento del PIB: preocupa la caída de la inversión, de la industria y el sector vivienda
El fantasma de la recesión económica se disipó en Colombia, pero es muy pronto para celebrar, según expertos.
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Leonardo Oliveros
Leonardo Favio Oliveros
Jueves, 16 de Mayo de 2024

Entre enero y marzo de 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo un crecimiento anual de 0,7%, cifra superior a las expectativas de los analistas, quienes estimaban un indicador de entre 0,2% y -0,2%.

De acuerdo con las cifras entregadas por la directora del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Piedad Urdinola, la economía colombiana no crecía por debajo de 1% desde hace cuatro años, exactamente, en el acumulado de enero a marzo de 2020, cuando el PIB subió 0,6%.


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“Estamos reportando un crecimiento en administración pública y defensa, educación y actividades de salud humana, con 5,3%, y aporta 0,7 p.p. Le sigue agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, que crece 5,5% y aporta medio punto porcentual (0,5 p.p.). Lo relacionado con los servicios públicos: electricidad, gas, vapor y aire acondicionado y distribución de agua, crece 4,5% y contribuye con 0,2 p.p.”, detalló la funcionaria.

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Piedad Urdinola destacó que el sector construcción salió del terreno negativo y creció 0,7%, con un aporte al aumento del PIB de 0,03 p.p., destacando que es muy importante el crecimiento de las obras públicas de infraestructura, jalonado por proyectos como el de ferrocarriles.

Las actividades con decrecimiento fueron las profesionales, científicas y técnicas, servicios administrativos y de apoyo (0,2%); información y comunicaciones (1,6%), explotación de minas y canteras (1,5%), actividades financieras y de seguros (3,0%); comercio y reparación, transporte y almacenamiento, alojamiento y servicios de comida (0,5%) e industrias manufactureras (5,9).

Construcción e inversión

El director ejecutivo Investigaciones Económicas de Corficolombiana, César Pabón, expresó que la economía en realidad creció 0,9%, cifra que descuenta los efectos estacionales, por un día adicional de febrero y la Semana Santa, lo cual jugó a favor.

Este resultado demuestra una débil y heterogénea reactivación –económica-. Débil porque, en efecto, la economía tocó fondo en el tercer trimestre del año pasado, con una contracción en su actividad productiva y un crecimiento de 0,4% en el último de 2023. El fantasma de la recesión se disipó, pero es muy pronto para celebrar”, afirmó el economista.


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Pabón aseguró que es un crecimiento heterogéneo, pues, los que lo impulsaron fueron tres sectores puntuales: agrícola, que en enero y febrero presentó unos datos de crecimiento importantes, al parecer, porque se estaba preparando para enfrentar el fenómeno de El Niño; administración pública, que se mantiene como un impulsor, y producción de petróleo.

Agregó que la industria fue la sorpresa negativa, puesto esperaban que hubiera tocado fondo en el penúltimo trimestre de 2023, pero su contracción para marzo fue del 11,1%. 

“Es una mala noticia, porque teníamos contemplado que la industria siguiera una tendencia de recuperación. Y la inversión, que es la semilla de crecimiento, sigue en negativo y cayó 15%. El pronóstico de crecimiento de la economía este año lo mantenemos en 1,3%”.

El  economista de BBVA Research para Colombia, Mauricio Hernández, dijo que el país completó cuatro trimestres consecutivos con variaciones anuales cercanas a cero, por lo que la economía tiene casi 18 meses sin crecer.

“Los inventarios siguen siendo particularmente bajos, relacionados con el limitado acervo de construcciones de vivienda en proceso. Desde 2005 hasta 2023, la economía acumuló en promedio un 2,9% del PIB en inventarios. En el primer trimestre, la economía desacumuló inventarios, algo que no sucedió en ningún primer trimestre desde 2006, en un 0,1% del PIB”, destacó Hernández.

El experto manifestó que la inversión sigue siendo el componente que más preocupa, no solo por sus efectos negativos en el corto plazo, también porque condiciona la capacidad de crecimiento a largo plazo, por lo que, para BBVA Research, el crecimiento esperado este año es de 1,5%.

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Gasto de los hogares

Piedad Urdinola informó que el gasto de consumo final de los hogares en el PIB creció 0,6%, con la mayor alza en servicios (1,8%), seguido de bienes no durables (0,8%), al clasificarse por durabilidad.

Ese gasto, por finalidad, tuvo mayor peso en salud (3,7%), alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles (3,0%) y bebidas alcohólicas, tabaco y estupefacientes (2,7%). Mientras que la división prendas de vestir y calzado tuvo la más elevada variación negativa (-5,6%).

Respecto al crecimiento del gasto de las familias, la directora del DANE explicó que esa alza está relacionada con la energía eléctrica, porque alojamiento tuvo un comportamiento negativo y los demás componentes tienen crecimientos estables superiores al 1%.

César Pabón, resaltó que se ha venido desacelerando el gasto de los hogares, lo cual está asociado al ciclo natural de la economía, porque se tuvo un boom de consumo en 2021 y 2022, pero la incertidumbre y las altas tasas de interés han afectado el bolsillo los colombianos, además del desempleo, que ha venido en aumento.


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Mauricio Hernández recalcó que, aunque el consumo de los hogares creció ligeramente, la inversión fija, como ha pasado desde hace cinco trimestres, cayó drásticamente (-6,5%). También, la caída significativa de las importaciones (-12,9% anual) compensó parcialmente el bajo desempeño de la demanda doméstica.

Precisó que el gasto en bienes mostró mejores números, sobre todo en alimentos y bebidas, aunque todavía en terreno negativo en los bienes durables y semidurables. Mientras que el incremento del gasto en servicios siguió moderándose. 

“Al contrario, los servicios que son principalmente financiados por el Gobierno (salud y educación pública) o de gasto necesario (servicios públicos) mostraron un mejor comportamiento”, apuntó Hernández.

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