En Norte de Santander algunos empresarios ya están abriendo las puertas virtuales de sus negocios para competir desde el comercio electrónico o e-commerce, pero otros ni siquiera tienen un correo electrónico.
Fernando Arias, un emprendedor de esos que llevan años en el mercado y que ha trabajado seriamente en la consecución de nuevos mercados, es uno de los que está aprovechando las nuevas tecnologías para conectarse con sus clientes.
Como él, hay varios. “Ya dimos ese paso y estamos rompiendo esa brecha”, asegura este productor de ropa para niños, reconociendo que hoy está vendiendo por medio de las plataformas virtuales y se mantiene conectado con sus clientes a través de las mismas.
Pero este no es el caso de todos. Nubia González, presidenta ejecutiva de la Corporación de Industriales de la Moda de Norte de Santander (Corpomoda), destacó que si bien en el sector empresarial del departamento ya está entendiendo la importancia del comercio electrónico, hay barreras de conocimiento sobre esta alternativa y en especial hay que trabajar mucho en la masificación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).
Tal es el caso, que algunos emprendedores manejan sus negocios sin usar correo electrónico ni controlan sus procesos a través de programas como Excel.
Pero este problema no solo se presenta en Norte de Santander. Victoria Eugenia Virviescas, presidenta ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, dijo que el desconocimiento sobre lo que significa el e-commerce y cómo funciona, es unas limitantes que tiene el crecimiento de negocios a través de la red.
La otra barrera es creer que la tecnología para acceder a este mercado es muy costosa, agregó Virviescas.
Guillermo Rangel, gerente en el departamento de las Asociación de Industriales del calzado, el Cuero y sus Manufacturas (Acicam), dijo que la experiencia hasta ahora está empezando pero es clara la necesidad que existe de avanzar en el comercio electrónico, sobre todo, para conseguir nuevos mercados.
El e-commerce no es una obligación, pero sí es un canal de venta opcional que va en crecimiento y facilita la comunicación entre los productores y sus clientes.
El año pasado, por este canal de ventas, las empresas del país lograron facturar 51,2 billones de pesos, un incremento del 24% con relación a la cifra obtenida en 2016. Además, el número de transacciones creció un 36% para ubicarse en 87 billones de pesos.
Si embargo, a pesar del crecimiento de este segmento del mercado, impulsado especialmente por las ventas de los sectores turismo, farmacéutico y de moda, Colombia aún tiene mucho por avanzar. Tanto así, que, según la vocera de la Cámara, en una escala de 1 a 10, el país está por debajo del escalón 5.
“Los negocios a través de internet tiene un gran crecimiento en América Latina porque vienen apalancados por una fuerte demanda y nuevos jugadores a nivel de oferta que están generando una muy buena experiencia de compra en los consumidores, lo cual incrementa la confianza en el e-Commerce. En 5 años podremos ver como el porcentaje de participación del retail e-Commerce sobre el tradicional superará el 15%, como ya sucede en mercados más maduros”, aseguró la presidenta ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.
Es más que ventas
El uso de la internet para hacer negocios va más allá de las ventas, como muchos creen. Al respecto, Virviescas señaló que el e-commerce está presente en cuatro etapas de la cadena de valor: mercadeo, aplicación de tecnología, sistemas de pagos y logística (entrega del producto).
En efecto, Arias señaló que aprovechando las ventajas de la conectividad, hoy un catálogo se puede enviar de forma en línea, los clientes pueden acercarse al producto y es más fácil estar en comunicación con ellos. Todo con la tecnología.
La clave para tener éxito en este proceso es saber usar cada una de las herramientas existentes. Javier Mantilla, experto en comercio exterior, explicó que aunque el primer paso para generar confianza en los clientes es tener una página web con toda la información de la empresa y los productos, esto no es suficiente.
Las redes sociales también juegan un papel importante, puesto que a través de estas plataformas los clientes pueden ver lo que otros opinan de la empresa y los productos, generando un mayor impacto en el cliente final, destacó Mantilla.