La superproducción de limón criollo en Tibú, Pamplona, Puerto Santander, El Zulia y San Cayetano, tiene a los consumidores comprando el cítrico a un precio más barato que el habitual.

El saco de 48 kilos, que se vendía entre $25.000 y $30.000, hoy se consigue a $15.000, una reducción de entre 40% y 50%.

Ramiro Villamizar, coordinador departamental de la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol), explicó que el este sector requiere programar los ciclos de siembra de frutales, para  que la producción de frutas sea escalonada y, así, evitar que la sobreprodución afecte al productor primario. 

A pesar de que el gremio ha logrado establece un convenio con la asociación de supermercados independientes de Cúcuta y las asociaciones de productores para garantizar el abastecimiento de estos productos en 24 puntos de venta en Cúcuta, cuando hay una sobreproducción no hay una estrategia viable que le permita a los productores comercializar estos productos hacia el interior del país.

Sobre el tema de la tecnificación y planificación, Jesús Parada, profesional en Gestión de Proyectos Estratégicos de Fedegán de Norte de Santander, precisó que los agricultores deben apoyarse en las nuevas tecnologías para garantizar la producción frente a los cambios climáticos fuertes. 

“En esta época se debe está sembrando pasto para hacer el ensilaje de alimentos para el ganado para evitar el impacto que pueda generar el invierno en la alimentación del ganado. Hay un gran trabajo que hacer en la planificación de la siembra de pasto para evitar altos impactos por un verano o una sequía muy fuerte, esta labor debe llevarse a cabo entre los ganaderos con el apoyo de las autoridades”, precisó.

Por otro lado, Rodrigo Lara, palmicultor, precisó que otro de los problemas que tiene el sector agricultor es la necesidad de mejorar las vías de comunicación, tanto en  terciarias como principales. “El propio campesino está arreglando las vías terciarias y el Estado no está aportando en este sentido”, precisó.