La actividad turística y comercial que solía darse en diciembre en el mirador Cristo Rey, en barrio La Cabrera, este año no existe. Este monumento ícono y principal atractivo de Cúcuta luce apagado en la época de Navidad, porque la Alcaldía este año no instaló un llamativo alumbrado, y solo dispuso de unas pocas luces.
La emprendedora Gabriela Trujillo, propietaria de Mirador La Perla del Norte, en Cristo Rey, indicó a La Opinión que, en épocas anteriores, debido al alumbrado navideño, era tanta la dinámica comercial que sus ventas crecían alrededor del 100%, porque el lugar se veía “superbonito”.
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“La decisión del alcalde estuvo mal, más siendo un monumento turístico, porque este sitio así no llama la atención. La gente, en diciembres pasados, subía a tomarse la foto. Este año, el alumbrado es muy pobre, esta es la fecha y casi no viene gente y si lo hace no tiene esa emoción navideña. Lo llamativo de la decoración hace que cerremos tarde, pero con esta situación estamos cerrando muy temprano”, añadió.
Otro de los negocios de Cristo Rey es Dulce Fe, de donde sale parte del sustento de la familia de Carolina Rueda. Uno de los trabajadores del lugar dijo que “le están quitando mucho protagonismo” al sitio, muy contrario a El Malecón, que fue alumbrado por Centrales Eléctricas de Norte de Santander (CENS).
“Allá hay vida navideña y eso permite a muchos vendedores de la calle trabajar. Pero aquí no le pusieron interés, pese a ser zona turística. El año pasado, Cristo Rey estuvo decorado de manera llamativa”, dijo uno de los microempresas instaladas formalmente, que paga impuestos y energía.
El parque La Victoria (Colón) tampoco tiene alumbrado. En años anteriores, allí también organizaban ferias navideñas, para impulsar a emprendedores. La Alcaldía solo enfocó sus esfuerzos por decorar el parque Santander.
La gerente de Tours Cielo Azul, Leidy Ascanio, indicó que programaron rutas turísticas por los sitios emblemáticos de Cúcuta, para apreciar sus alumbrados navideños, por lo que resaltó la falta de estos espectáculos de luces afectan a los prestadores de estos servicios.
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“Claro que nos afecta no tener el Cristo Rey, los parques, las avenidas e iglesias con esos alumbrados a los que estábamos acostumbrados. El alcalde –Jorge Acevedo– dijo que la decisión es para usar esos recursos para el alumbrar el Anillo Vial, pues, esperemos que así sea”, añadió.
Cúcuta Turismo también organizó su llamada ‘Ruta de luces’, con precios que oscilan entre $10.000 y $50.000, para recorrer los alumbrados de la Biblioteca Julio Pérez Ferrero, Parque La Victoria, Cristo Rey, Parque Santander, El Malecón, Parque Gran Colombiano y la Casa Museo La Bagatela, los dos últimos escenarios en Villa del Rosario.
La Opinión conversó con una de las representantes de la empresa sobre cómo se iba a desarrollar la ruta, teniendo en cuenta que varios lugares no habían sido iluminados con estilo navideño, dijo que no iba a emitir “ninguna opinión”.
Importantes para la economía
El presidente de la junta Directiva Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) en Norte de Santander, Sergio Palacios, afirmó que el alumbrado navideño “históricamente promocionaba e incentivaba la creación de ejes turísticos, que a su vez generaba un movimiento comercial”.
“Es lamentable que este año la Alcaldía de Cúcuta no haya hecho ese alumbrado de una forma articulada con los empresarios de esas zonas, donde acostumbraba hacerse en años anteriores. Perdemos una oportunidad de mover las cajas registradoras, de aumentar ventas en estos sectores”, apuntó Palacios.
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Para el exalcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, esta ciudad tiene en los alumbrados navideños una de las principales apuestas como motor de desarrollo, para consolidar en el corto plazo iniciativas públicas y del sector privado, tendientes a apoyar la creatividad.
“En nuestra gestión, más de 160 eventos hechos entre los distintos sectores económicos impactaron a los micro, pequeños, medianos y grandes empresarios, que generaron en promedio $40.000 millones en ingresos que beneficiaron a toda la cadena del de turismo”, añadió.
Yáñez recalcó que los alumbrados navideños, como estrategia, mueven no solo el turismo, sino el reencuentro familiar y diversos eventos, por lo que resultan importantes para la reactivación económica, como ocurrió después de la pandemia de COVID-19.
El antecesor de Acevedo aseguró que esos alumbrados “no son un gasto innecesario” y que “es muy miope el concepto en este sentido”.
“Solamente basta al ver los parques y espacios públicos abarrotados de familias y visitantes, que acompañan a un sin número de pequeños comerciantes que, aprovechando la temporada, promueven micronegocios de todo tipo, para constatar que es todo lo contrario”, concluyó Jairo Yáñez.
En noviembre, el mandatario recalcó que no le podían invertir $5.000 millones o más en unos alumbrados que solo se disfrutan un par de semanas, “sacrificando la tranquilidad, seguridad y bienestar de miles de familias que anhelan contar con alumbrado público en sus barrios”.
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