Desencanto
Paradójicamente, en Colombia todas las fuerzas piden un cambio, tras el impopular gobierno de Duque (67%) que desató un estallido social inédito.
"Hay mucha frustración, mucha rabia y creo que Petro capitalizó eso", dice a la AFP Michael Shifter, profesor de la universidad de Georgetown.
La derecha en el poder llega debilitada. Su líder natural, el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), antiguo protagonista electoral, está de capa caída por enredos judiciales.
"Dos sentimientos resumen al votante: la necesidad de cambio por ese descontento y la desconfianza", sostiene Jorge Restrepo, profesor de la Universidad Javeriana. El abanico de candidatos lo completan el centrista Sergio Fajardo (5,1%), el evangélico John Milton Rodríguez (0,6%) y el derechista Enrique Gómez (0,3%). La abstención, que históricamente ha rondado el 50%, podría quebrarse.
Paz y polarización
Un nuevo duelo entre fuerzas opuestas es la expresión de un país dividido tras la firma del acuerdo de paz firmado en 2016.
El histórico pacto que desarmó a los rebeldes de las Farc "abrió un espacio para la izquierda política" que durante el conflicto armado cargó con un "fuerte estigma" por su "asociación con la guerrilla", dice Elizabeth Dickinson, analista del international Crisis Group.
Duque intentó sin éxito modificar lo pactado, y casi seis años después todos los candidatos se comprometieron a seguir su implementación ante las críticas internacionales por el asesinato de 332 excombatientes y el rebrote de la violencia.
Para Dickinson las elecciones responderán también a la dicotomía entre "salvar su implementación" o "sepultar el acuerdo".
Y en la mira: una posible reanudación de las negociaciones con la guerrilla Eln.
Luego de seis décadas de conflicto armado, el avance de la izquierda en el espectro electoral inquietó a un nuevo actor: la cúpula militar rompió el silencio y se volcó contra Petro. Muy populares por su combate a las guerrillas, las fuerzas armadas se mantenían al margen de la política ceñidas a una ley que les impide votar y deliberar.
Petro militó en el M-19, una guerrilla urbana que firmó la paz en 1990, antes de irse exiliado un tiempo a Europa y regresar a su país para convertirse en legislador y luego en alcalde de Bogotá (2012-2015).