Emprender no es nada fácil, mucha gente criticará al emprendedor, tratará de desanimarlo, y el emprendedor encontrará una serie de obstáculos que lo conducirán a desistir en todo momento, especialmente al iniciar. El factor es la principal razón de que se acaben los emprendimientos en el primer año de operación, y el otro es el factor financiero que increíblemente debería ser el que más atención debemos prestarle, pero por el que menos debemos preocuparnos.
Para contextualizar la introducción inicial, comparto esta breve historia real. En una reunión, un emprendedor de alimentos sacó dos cuadernos, en uno registraba todos los ingresos diarios y en otro sus egresos del día, al final sumaba y restaba y sabía cuánto había ganado o perdido. Era un emprendimiento lo más informal, el emprendedor tenía quinto de primaria a nivel educativo, pero manejaba la regla de oro que muchos que han estudiado en grandes universidades y múltiples temas de negocios aun no manejan “gastar menos de lo que ingresa”.
Parece simple y sencilla de cumplir dicha regla, pero no es tan fácil, solamente basta con ver aleatoriamente muchas empresas que llevan uno, dos o tres años seguidos dando pérdidas y hoy día al parecer es una moda en los emprendimientos, pero esto no debería ser así. Las finanzas en su mayoría son sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. No es necesario ser un gran matemático para ser buen gestor financiero.
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He tenido la oportunidad de conocer muchas empresas que tienen excelentes servicios, bienes y productos, sostenibles ambientalmente, de gran calidad, excelente precio, etc. Pero estas empresas no tienen para pagar la nómina ni tampoco para crecer como compañía porque al final siempre terminan necesitando recursos financieros para lograrlo.
Uno de los grandes problemas que tienen los emprendedores en Latinoamérica, es que requieren recursos financieros para el desarrollo, crecimiento y expansión de sus empresas, pero el problema es que en su mayoría la única fuente de capital que conocen son los bancos comerciales los cuales otorgan créditos bajo una serie de requisitos y documentos con los que tampoco muchas veces cuentan.
Existen muchas fuentes de financiación, como por ejemplo los Bancos de Inversión, los cuales conectan a emprendedores con Fondos de capital privado de todo tipo, como Venture Capital, Private Equity, Hedge Funds, entre otros. Además, de valorar financieramente las acciones del emprendimiento así no haya facturado un solo dólar.
Cabe resaltar que una empresa no vale por lo que facturó en el pasado, ni tampoco vale por cuantos activos fijos tenga, o por cuantas ventas generó. Una empresa vale por la generación de caja que tiene a futuro. Si una empresa valiera por sus activos, entonces un UBER o un Google seguramente no valdrían ni el 1% de lo que valen hoy, tampoco vale por las ventas, porque si la empresa vende mucho pero sólo genera pérdidas tampoco es bueno.
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Llegando a una conclusión, es importante resaltar que las finanzas para los emprendimientos definitivamente hay que cuidarlas y administrarlas adecuadamente cumpliendo la regla de oro, además, por otro lado, no es tan complejo obtener los recursos que requieren los emprendimientos, ya que existen muchas fuentes de financiación diferentes a los bancos tradicionales, el tema está en que pocos emprendedores las conocen.
Tampoco es necesario tener una empresa de muchos años de antigüedad, ni tener miles de activos fijos. Lo importante es tener una gran proyección a futuro con la mirada en el cielo, pero los pies puestos sobre la tierra, rodearse de un buen equipo financiero y en lo posible buscar un aliado del sector de Banca de Inversión, que lo ayude a obtener los recursos financieros necesarios para expandir el emprendimiento hacia donde quiere llegar.
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