Colombia experimentará un aterrizaje económico en 2023 contrario a lo vivido en 2022, cuando la reactivación económica impulsó el crecimiento, muy por encima de lo habitual, tras casi dos años de cese de actividades por cuenta de la pandemia de la COVID-19
A continuación las cuatro perspectivas económicas que Juan Pablo Espinosa, director de investigaciones económicas, sectoriales y de mercado de Bancolombia, presentó para el 2023, en un escenario marcado por el contexto mundial y la fuerte política monetaria del Banco de la República para contener la inflación.
1. Economía crecerá por debajo del 1%
Bancolombia contempla un crecimiento de 7,8% en 2022, tasa que supera con creces las expectativas presentadas en el cierre anterior. Tal desempeño sería atribuible a la fortaleza del consumo interno, la recuperación de las exportaciones y el efecto rezagado de las políticas expansivas que se adoptaron luego de la llegada de la COVID-19.
En contraposición, para 2023 el PIB se expandiría por debajo de 1%. “Anticipamos que la demanda agregada se enfriará como consecuencia de las altas tasas de interés y las condiciones financieras apretadas, la desaceleración global y la incertidumbre”.
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Los sectores que tendrán mejores desempeños en 2023 son los servicios públicos, la agricultura y los servicios profesionales y financieros. Por el contrario, se prevé contracciones en comercio, transporte, alojamiento y comidas, así como en entretenimiento.
Después de la desaceleración de 2023, el crecimiento de la economía colombiana se mantendría por debajo del 3%. Esto supone unas tasas de expansión inferiores al crecimiento potencial previo al de la llegada de la COVID-19.
Adicionalmente, y como consecuencia de la moderación en la actividad económica, Bancolombia pronostica un incremento en la desocupación. “En particular, proyectamos que la tasa de desempleo anual se incrementaría en 0,7 puntos porcentuales, con lo que se elevaría a 12,1% durante 2023”.
2. Inflación y tasas de interés, a la baja
La inflación o el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerraría 2022 con una variación de 12,6%, nivel máximo en este ciclo, y que a partir de ese punto empezará un lento proceso de corrección.
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En ese sentido, Bancolombia pronostica que la inflación se ubicaría 7,5% para finales de 2023, muy por encima del nivel objetivo del Emisor.
Esta previsión contempla una desaceleración marcada en los precios de los alimentos. Sin embargo, esta sería compensada por una inflación básica persistentemente elevada por cuenta de los aumentos salariales, la operación de mecanismos de indexación y el traspaso de la depreciación del peso.
En política monetaria, “anticipamos que los aumentos de la tasa de referencia continuarían hasta el primer trimestre de 2023, cuando se alcanzaría un nivel terminal de 12,5%, el cual se mantendría durante la primera mitad del año.
En el segundo semestre iniciaría una fase gradual de recortes, de modo que la tasa de intervención terminaría en 10% al cierre del próximo año. Esto implica que la política monetaria se mantendría en terreno contractivo durante todo 2023.
3. Menor demanda interna
Se estima que el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos se ajustaría desde 5,8% del PIB en 2022 hasta 4,1% del PIB en 2023.
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“Este cambio estaría explicado por una moderación de las importaciones causada por la desaceleración de la demanda interna, y por una menor salida de rentas factoriales dado un menor giro de dividendos al exterior. Dichos factores compensarían la menor dinámica de las exportaciones y una moderación en los flujos de remesas”.
Asimismo, Bancolombia anticipa menores flujos de financiamiento externo dadas las condiciones financieras apretadas. Esta perspectiva es consistente con una tasa de cambio que se incrementaría de un promedio de $4.825 en el último trimestre de 2022 a $4.930 en el cuarto trimestre de 2023.
4. Tributaria e ingresos petroleros, en sintonía con la regla fiscal
Se proyecta que el déficit del Gobierno Nacional pasaría de 5,6% del PIB en 2022 a 4,8% del PIB en 2023, valores que implicarían el cumplimiento de la regla fiscal.
“Este resultado sería consecuencia, por un lado, del recaudo adicional que generaría la reforma tributaria recientemente aprobada y los mayores ingresos provenientes del sector petrolero. Por otro lado, también incorporaría aumentos del gasto corriente y de inversión, así como mayores pagos de servicio de deuda”.
La adición al presupuesto de la nación que se tramitará en el primer semestre y la actualización del plan financiero, que se daría a conocer al inicio de 2023, serán dos elementos clave para dilucidar la estrategia fiscal para el próximo año.
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