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Pese a que las vacaciones escolares se iniciaron hace 15 días, las puertas de ocho colegios oficiales de Cúcuta siguen abiertas.~
jennifer.rincon@laopinion.com.co
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Pese a que las vacaciones escolares se iniciaron hace 15 días, las puertas de ocho colegios oficiales de Cúcuta siguen abiertas.
La jornada empieza a la misma hora en que empezaba la academia: no hay libros ni mochilas, sino palas, baldes, picas y otras herramientas de construcción.
Mientras los estudiantes descansan, obreros trabajan fuertemente para dejar listas las aulas y baños antes del 8 de julio, cuando se reanudan las clases.
El colegio Mariano Ospina Rodríguez, en Motilones, y el Claudia María Prada, en Niña Ceci, son los únicos pendientes del área urbana. La lista la completan las sedes de La Javilla, La Jarra, La Cartagena, entre otras rurales.
Mientras que en Mariano Ospina, las 8 aulas nuevas están casi listas, en Claudia María aún falta trabajo. En el coliseo se aprecian hileras de pupitres a la espera de que se habiliten las aulas.
Estas sede son parte de 103 que se adecuan desde finales de 2013 con recursos de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo.
Unos 30 mil millones de pesos se dispusieron para reparar escuelas y colegios afectados por el invierno 2011-2012, y beneficiarán a unos 50 mil estudiantes.
Juan Carlos Sierra, subsecretario de Infraestructura, dijo que más de 93 por ciento de estas obras fueron entregadas antes de que los niños salieran a vacaciones de mitad de año, con el fin de normalizar la situación académica.
En algunos colegios, como Santos Apóstoles, y Mariano Ospina Rodríguez, los directivos implementaron pico y placa. Los estudiantes se turnaban dos o tres veces a la semana para tomar clases, ante la falta de aulas.
En otras instituciones, como la sede Nuestra Señora de Fátima o el colegio Santísima Trinidad, en Bogotá los estudiantes de primaria estudian en casas de familia y garajes. La Unidad Nacional construyó 857 salones y 357 baterías sanitarias. También entregaron pupitres.
Sierra dijo que las obras se entregarán en los plazos fijados, luego de que se corrieran, por la llegada de nuevos recursos.
Aunque el Colegio Pablo Neruda, sede Pablo VI, no esta incluido en el programa, en 40 o 45 días será intervenido.
Un viejo bloque a punto de colapsar obligó a la evacuación provisional de la sede. El municipio destinó 180 millones para la demolición del bloque y la construcción de los muros de encerramiento.
Sierra explicó que esta sede está a la espera de la aprobación de 1.300 millones del Ministerio de Educación, para una nueva obra que incluiría ocho aulas nuevas, dos laboratorios y dos baños.
Los estudios y diseños de esta obra ya se ejecutaron y tuvieron un costo de 312 millones de pesos por parte del municipio.
Este 8 de julio se acabará el plazo de las obras. Todas las sedes deben quedar listas para el regreso a clases.
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Pese a que las vacaciones escolares se iniciaron hace 15 días, las puertas de ocho colegios oficiales de Cúcuta siguen abiertas.
La jornada empieza a la misma hora en que empezaba la academia: no hay libros ni mochilas, sino palas, baldes, picas y otras herramientas de construcción.
Mientras los estudiantes descansan, obreros trabajan fuertemente para dejar listas las aulas y baños antes del 8 de julio, cuando se reanudan las clases.
El colegio Mariano Ospina Rodríguez, en Motilones, y el Claudia María Prada, en Niña Ceci, son los únicos pendientes del área urbana. La lista la completan las sedes de La Javilla, La Jarra, La Cartagena, entre otras rurales.
Mientras que en Mariano Ospina, las 8 aulas nuevas están casi listas, en Claudia María aún falta trabajo. En el coliseo se aprecian hileras de pupitres a la espera de que se habiliten las aulas.
Estas sede son parte de 103 que se adecuan desde finales de 2013 con recursos de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo.
Unos 30 mil millones de pesos se dispusieron para reparar escuelas y colegios afectados por el invierno 2011-2012, y beneficiarán a unos 50 mil estudiantes.
Juan Carlos Sierra, subsecretario de Infraestructura, dijo que más de 93 por ciento de estas obras fueron entregadas antes de que los niños salieran a vacaciones de mitad de año, con el fin de normalizar la situación académica.
En algunos colegios, como Santos Apóstoles, y Mariano Ospina Rodríguez, los directivos implementaron pico y placa. Los estudiantes se turnaban dos o tres veces a la semana para tomar clases, ante la falta de aulas.
En otras instituciones, como la sede Nuestra Señora de Fátima o el colegio Santísima Trinidad, en Bogotá los estudiantes de primaria estudian en casas de familia y garajes. La Unidad Nacional construyó 857 salones y 357 baterías sanitarias. También entregaron pupitres.
Sierra dijo que las obras se entregarán en los plazos fijados, luego de que se corrieran, por la llegada de nuevos recursos.
Pablo Neruda en Pablo Sexto
Aunque el Colegio Pablo Neruda, sede Pablo VI, no esta incluido en el programa, en 40 o 45 días será intervenido.
Un viejo bloque a punto de colapsar obligó a la evacuación provisional de la sede. El municipio destinó 180 millones para la demolición del bloque y la construcción de los muros de encerramiento.
Sierra explicó que esta sede está a la espera de la aprobación de 1.300 millones del Ministerio de Educación, para una nueva obra que incluiría ocho aulas nuevas, dos laboratorios y dos baños.
Los estudios y diseños de esta obra ya se ejecutaron y tuvieron un costo de 312 millones de pesos por parte del municipio.
Este 8 de julio se acabará el plazo de las obras. Todas las sedes deben quedar listas para el regreso a clases.