Del trabajo flexible al equilibrio profesional-personal: las elecciones individuales en el centro del nuevo paradigma del trabajo
A dos años de la pandemia, el trabajo flexible no solo se ha consolidado como una realidad y un estándar en muchas empresas, sino que además está representando un cambio de paradigma en la forma en que las personas equilibran su vida laboral y personal. Los trabajadores exigen mayor flexibilidad en sus horarios, lugares y métodos de trabajo, sin tener que pasar horas interminables en sus escritorios, y dan más importancia al aprendizaje, el crecimiento y la realización personal.
Un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal es hoy una de las principales exigencias de los trabajadores en el mundo. Según lo refleja el estudio, 42% de los Millennials en la actualidad quieren más equilibrio entre la vida laboral y personal, y un 31% de los trabajadores aceptaría otro puesto el mes próximo si le ofreciera una mejor combinación de trabajo y estilo de vida.
Otra tendencia en auge en el panorama del mercado es la semana laboral de cuatro días, una idea sustentada en investigaciones que indican que pasar a una semana laboral de cuatro días puede aumentar la productividad, reducir los gastos generales, impulsar el bienestar, atraer y retener talento y estimular la creación de empleo.
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De acuerdo con el estudio, cuatro de cada diez trabajadores cambiarían el 5% de su salario por una semana de cuatro días. No obstante, solo uno de cada diez organizaciones actualmente consideraría ofrecer semanas laborales de cuatro días.
La adopción tecnológica continúa moldeando las habilidades del talento humano para el futuro
La adopción tecnológica sigue siendo una tendencia en crecimiento dentro de las organizaciones y continuará acelerándose en los años venideros. A medida que las organizaciones expandan sus inversiones en tecnología, tendrán también que promover el desarrollo de habilidades digitales en sus colaboradores, al tiempo que mantienen activa la búsqueda de nuevos talentos en tecnología para maximizar el retorno de la inversión.
La actualización de habilidades y el aprendizaje continuo seguirán marcando la pauta en las organizaciones, impulsados por la aparición de nuevos roles y nuevas necesidades resultantes de la adopción tecnológica. El estudio de ManpowerGroup revela que 50% de los empleados necesitarán volver a capacitarse para 2025, ya ese mismo año se estima que habrá 149 millones de nuevos trabajos digitales en áreas como privacidad y confianza, ciberseguridad, análisis de datos, cloud, data y desarrollo de software.
En medio de esta revolución tecnológica, sin embargo, las habilidades blandas no han perdido su importancia. Por el contrario, más del 80% de los trabajadores consideran que habilidades como la colaboración, la resolución de problemas y la confiabilidad son fundamentales para el desarrollo de su trabajo. Por su parte, un 40% de los empleadores coinciden en que la confiabilidad es una de las características más importantes de un colaborador, seguida de la flexibilidad (31%).
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“Sin duda la innovación tecnológica ha servido para agilizar y mejorar muchos de los procesos de las empresas, aumentando la productividad y elevando las capacidades para alcanzar metas que antes parecían inalcanzables”, dijo Echeverri. “En la Nueva Era Humana, dejamos atrás la idea de enfrentar a las personas con la automatización: las organizaciones ahora deberán pensar en cómo utilizar el poder de la tecnología para re-humanizar, no para deshumanizar el lugar de trabajo”.
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