‘Chao mami, bendición’.

Ese fue el último mensaje que el cabo primero del Ejército, Wilmer Heriberto Ruiz Mendieta, le envió a su mamá Carmenza, el pasado 4 de julio a través de whatsapp.

Ese día, previendo que se iba a quedar sin señal, pidió a su mamá que lo bendijera, pues sabía que la zona para la que iba no era fácil.

Wilmer hacía parte del Batallón de Selva Número 52, adscrito a la Brigada 31 de la Cuarta División del Ejército, que se mueve entre los departamento de Vaupés y Guaviare.

Internado en la selva, con un grupo de soldados, Wilmer se encontraba patrullando la zona de Puerto Santander, municipio de Miraflores (Guaviare), cuando, de un momento a otro, cayó a un río.

“Un teniente, muy amigo de mi hijo, nos contó que Wilmer iba detrás suyo por la selva. Iban hablando. De repente, el teniente notó que Wilmer no siguió el hilo de la conversación que venían sosteniendo. Cuando volteó a ver, no lo vio. Corrió a buscarlo y lo encontró en el río, tratando de no dejarse arrastrar por la corriente”, contó la mamá del uniformado a La Opinión.

Según el relato hecho por el teniente a la familia de Wilmer, él se lanzó al río para tratar de salvarlo, pero algo con lo que este se había enredado los pies, terminó por absorberlo hasta el fondo.

“Nos dijo que a Wilmer unas raíces o algo que había en el río, lo hundió y por eso no pudieron salvarlo. Inclusive, al teniente tuvieron que rescatarlo también porque la corriente se lo estaba llevando”, dijo la madre del cabo.

El cuerpo de Wilmer desapareció de la vista de sus compañeros, quienes, ante la llegada de la noche, tuvieron que desistir de su búsqueda el miércoles, cuando sucedieron los hechos.

“Solo lo hallaron el jueves en la tarde, un día después de haberse ahogado”, dijo Carmenza entre lágrimas.

Ayer, los familiares de Wilmer esperaban la llegada de su cuerpo a Cúcuta.