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Judicial
Sin avances, la investigación del doble homicidio en San Miguel
Florinda Llánes y Luis Alberto Castillo fueron las víctimas de este hecho.
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Domingo, 20 de Diciembre de 2020

Desde el 3 de diciembre, cuando Florinda Llánes, de 76 años, murió en medio de un ataque a bala en el que no tenía nada que ver, en su hogar hay tristeza, vacío y dolor. Sus hijos y nietos extrañan hasta el sabor del tinto que les daba luego de despertar.

En la vivienda de la anciana, ubicada en el barrio Cundinamarca, todavía rondan los sentimientos de nostalgia por la pérdida de su ser querido.

“Ha sido un daño irreparable; la ausencia de ella nos afecta mucho y solo nos queda el consuelo de la oración y la parte espiritual, pero por haber sido de esta manera violenta, la herida es más profunda”, aseguró uno de los hijos de Llánes.

Dieciocho días después del crimen, las autoridades no han podido esclarecer el hecho, ni capturar a los responsables del ataque, en el que también fue asesinado Luis Alberto Castillo Guillén, contra quien iba dirigido el atentado.

La Opinión indagó sobre la investigación que adelanta la Policía, pero se conoció que, en este hecho no hay ningún avance que permita identificar a los responsables del doble homicidio.

“Se le hizo la inspección al vehículo (un taxi en el que se movilizaba Castillo) y se evidenció características de uso de santería cubana y se descartó un hurto en esa modalidad, luego de conocidos los testimonios”, es la única respuesta que da una fuente judicial al indagar cómo van las pesquisas de este lamentable hecho.

Aunque el dolor de la familia de la anciana no cesa por estos días, los parientes aseguraron que esperan que las autoridades cumplan con su labor y adelanten las pesquisas correspondientes, porque no quieren dejarse invadir por odios ni rencores.

El hijo de la víctima insistió en que es importante que la Policía refuerce los patrullajes de control en los alrededores de Cundinamarca y San Miguel, lugares que históricamente han sido afectados por la inseguridad y la criminalidad, desencadenada, en su mayoría por el temible negocio ilegal del microtráfico de drogas.

Cabe resaltar que los asesinatos en Cúcuta han tenido un aumento considerable en 2020, comparado con los resultados del año pasado. Y lo peor de todo es que las autoridades solo han logrado resolver entre el 30 y 40 por ciento de los homicidios.

Aunque a cada crimen arriban una veintena de funcionarios de la Sijín a verificar lo sucedido y recopilar pruebas y datos que los lleven a los responsables del hecho, no todas las investigaciones llegan a un feliz término.

El hecho

El día que murió doña Florinda, ella quedó en medio de un indiscriminado ataque a disparos contra Castillo Guillén, de 28 años, quien se movilizaba en un taxi con Efrany Roa, su pareja y su hija de 3 años.

Justo cuando la abuela caminaba entre las avenidas 19 y 20 con calle 9, del barrio San Miguel, retornando a su casa, después de ir a un supermercado cercano a comprar los víveres necesarios para preparar el almuerzo, fue impactada con un disparo en la cabeza, muriendo.

La hermana de Castillo aseguró que su ser querido, junto a su pareja y su hija, llegaron a Cúcuta con la intención de cambiar 1.000 dólares y comprar dos celulares, para Roa y la mamá de la víctima.

Inicialmente arribaron a un reconocido centro comercial, ubicado en la calle 9 con avenida 4, del centro de Cúcuta, donde al parecer, dejaron arreglando unos celulares.

Sin embargo, Castillo se contactó con una persona a la que anteriormente le había comprado un celular, con la intención de negociar los dos equipos móviles.

En ese momento, le pidieron que se encontraran en el parque Los Aburridos, del barrio Cundinamarca, pero después la cita fue reprogramada para el barrio San Miguel.

Al llegar al lugar indicado, tres hombres llegaron y dispararon contra Castillo, quien recibió los impactos en la cara y murió.

Entre tanto, Roa, quien tiene siete meses de embarazo, recibió un disparo en el glúteo, pero que no le causó gravedad, debido a la que la bala salió del cuerpo. La menor de 3 años resultó ilesa del ataque. El taxista que los transportaba también resultó baleado.

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