Las notas afiladas de un acordeón suenan de forma magistral en muchos cucuteños, que tienen una pasión por ese instrumento. El sentimiento que despiertan cuando están en tarima, permiten que sean admirados y aplaudidos por sus extraordinarias melodías y composiciones que endulzan el oído con buen vallenato. Hoy destacaremos a tres cucuteños que desde niños han tenido el acordeón en sus pechos y que detrás de ellos están sus familias dándoles aliento y apoyándolos.

Luigi Fernández ‘El Potrillo’, once años junto a el acordeón

Gracias a su hermano mayor, quien escuchó mucho vallenato cuando era un niño, hoy Luigi Fernández tiene ese talento fantástico con el acordeón. El sonido de ese género musical llamó tanto la atención en él, que a los 11 años, estando en el colegio, pudo tener ese instrumento en sus manos, y, para él, “fue amor a primera vista”. Desde entonces, siempre ha tenido en su pecho un acordeón. ¡El acople fue perfecto! 

Luego de mostrar algunas notas con el acordeón, sus padres de inmediato lo apoyaron y lo enviaron a Valledupar a estudiar en la Academia de Música Vallenata Andrés ‘Turco’ Gil, donde han salido varios exponentes de este género musical. “Eso fue en mis inicios, duré casi seis meses internado aprendiendo y aceleró mi aprendizaje”, dijo ‘El Potrillo’, como fue apodado por su apellido Fernández, en relación a los hijos del cantante mexicano Alejandro Fernández.

“Mi estilo para tocar el acordeón es bastante raizal, inspirado en las viejas glorias del acordeón y me considero que soy de los acordeoneros que tocamos el vallenato como debe ser”, agregó el cucuteño, graduado del colegio Militar General Gustavo Matamoros D’Costa y es profesional en Comercio Exterior de la Universidad de Santander (UDES). “Mis papás me apoyaban en mi pasión por el acordeón, pero me querían ver profesional en una carrera”, aseguró el joven, quien contó que este instrumento musical lo cautiva tanto, que no pudo dejarlo para ejercer su profesión.

Fernández ha sido telonero de cantantes reconocidos que han visitado a la ciudad como Don Omar, Karol G, Bryant Myers y Fonseca, entre otros. También tuvo la fortuna de acompañar también al fallecido Jorge Oñate en una fiesta privada. “Esas han sido las experiencias más bonitas que he tenido”, sostuvo.

El cucuteño asegura que después de Dios y su familia, la música vallenata le ha dado todo lo que tiene porque nunca consideró otro estilo de vida, sino estar con el acordeón.  
El año pasado cumplió una década de estar tocando el instrumento, pero ante la emergencia sanitaria por la pandemia, Luigi no pudo celebrar como debía, pero decidió aprovechar el ‘encerramiento’ para grabar un álbum con once canciones, que aún promociona.  “Lo grabé en homenaje a la música vallenata y contiene música de cada uno de los maestros que me han inspirado en mi carrera como Diomedes Díaz, Poncho Zuleta, Rafael Orozco, Beto Zabaleta, Iván Villazón, entre otros”, contó Luigi, quien recalcó que el álbum lo grabó con “arreglos de su acordeón” y dándoles “nuevas versiones a las canciones”, con invitados.

El joven, de 26 años, tiene programado para el próximo mes mostrarles a sus fanáticos las canciones de su álbum, pero por un Live en sus redes sociales y para finales de año estará lanzando un sencillo con sello propio.  Actualmente hace fórmula con un cantante Gustavo Bravo, oriundo de  Riohacha la Guajira, quien está radicado en Cúcuta hace tres años. 

Dayi Pineda, la mujer del acordeón

Yulieth Dayana Pineda Rivera es una cucuteña que heredó la vena musical por la influencia de su padre, Yorguin Pineda, quien es un experto con el acordeón. Desde que estaba en el vientre, su papá le hacía escuchar sus melodías, y desde que nació ha estado rodeada de ese instrumento folclórico.  A los 12 años, decidió agarrar un acordeón y desde siempre han sido inseparables. A esa edad acompañaba a su papá a las parrandas y la pasión por ese instrumento fue aumentando, hasta el día de hoy. “En mi casa siempre ha habido acordeones, mi papá es profesor y aprendí de él”, dijo Dayi, como es más conocida. “Al principio mi papá no pensaba que una mujer fuera acordeonista, pero él me impulsó a darle ese espacio a las mujeres. A penas vio que agarré el acordeón y toqué una nota que él le estaba enseñando a sus alumnos, se dio cuenta de mi talento”, agregó la joven, quien trabaja con su papá vendiendo y reparando acordeones.  También, en su casa, en La Loma de Bolívar, su progenitor da clases de acordeón, piano, bajo y guitarra.

Desde pequeña se ha sentido atraída por todo lo que tiene que ver con las manifestaciones artísticas, como la danza, actualización y hasta en el modelaje. Es exalumna del colegio Nacional de Comercio.

La llegada de la pandemia por el coronavirus, no fue tan malo para esta joven, quien descubrió otro talento: cantar. “Hace un año me dio por cantar y gustó mucho”, dijo Pineda, por lo que ahora muestra en sus redes sociales su voz con canciones de ‘Tarde lo conocí’ de Patricia Teherán y ‘Realízame Mis Sueños’, del Binomio de Oro de América.

Dayi participó, cuando tenía 15 años, en la categoría aficionada en Villanueva, Guajira, en el Festival Cuna de Acordeones, donde quedó de octava. Pero persistió hasta que en el 2018 se coronó reina aficionada. Después, concursó como profesional y el año pasado quedó de virreina. Aprovechó también el concurso femenino que abrieron en Valledupar y que batizaron ‘Evafe’ para demostrar su destreza.

Su acordeonista referente siempre ha sido el Israel Romero, ‘El Pollo Irra’, “por su destreza y armonía en sus composiciones”. “La música vallenata para mi es toda mi vida, siempre he estado rodeada de las melodías de un acordeón y de las letras de ese género musical”, dijo la joven, de 22 años, quien asegura que el acordeón “me ha enseñado ser disciplinada, agradecida, tomar muchos consejos y de que todos los días se aprende algo”.

Ella también hizo parte de las Diosas del Vallenato, que fundó Patricia Teherán. Con ellas viajó a México, a San Andrés, Bogotá y Sincelejo. También ha estado en tarima con Binomio de Oro y esto, ha sido una de las experiencias importantes que ha tenido.
Actualmente, la cucuteña trabaja en su marca personal Dayi Pineda y ahora, se considera una artista completa al descubrir que canta, por lo que para el próximo 12 de julio lanzará un cover de una canción de Silvestre Dangond que está preparando. Además, incursiona en la música norteña en el acordeón y ha recibido buenos comentarios al respecto. 

Dayi está próxima a graduarse como trabajadora social en la Universidad Francisco de Paula Santander, solo espera la fecha para presentar su tesis.

David Quintero, canta y toca el acordeón

Jesús David Quintero Páez aún tiene en su memoria, como si fuera ayer, cuando por primera vez sus manos tocaron un acordeón. Eso fue cuando él tenía 10 años, y recuerda, que a un primo suyo le regalaron un acordeón de cumpleaños y él, por curiosidad, lo hizo sonar de forma correcta. Estaban escuchando la canción ‘A blanco y negro’ de Silvestre Dangond, y la nota le salió perfecta, convirtiendo ese momento importante en su historia, su talento se reveló. “Sin tocar nunca un acordeón, ese día, me salió el coro con el acordeón de mi primo. Mi papá quedó sorprendido y a los cinco meses después me compraron mi primer acordeón”, dijo David, quien tiene ahora 20 años.

Luego de relucir su talento, fue inscrito en una academia a que perfeccionara el uso del instrumento y se presentó en varios festivales, donde su talento fue muy admirado.  
Su hermana menor, Karol Juliana mostró su don para el canto, por lo que su papá se le ocurrió que armaran un grupo vallenato y se llamaron los Hermanos Quinteros, y desde hace dos años, hasta el son de hoy, se convirtieron en dos jóvenes soñadores, talentosos y muy conocidos en la ciudad. “Ya había intentado formar grupo con otros, pero no se me había dado, pero con mi hermana fue un acople perfecto y gracias a Dios se nos hemos tenido gran aceptación”, dijo el cucuteño, quien también toca la guitarra y canta.

“Mi papá nos ha inculcado el vallenato desde pequeños y cuando veía un grupo vallenato, que llevaban a fiestas, me quedaba embobado mirando como el acordeón era tocado y como sonaba, siempre he había sentido atraído por este instrumento”, agregó el joven, quien estudió en el colegio San José de Cúcuta y para el próximo año iniciará su carrera profesional, estudiará odontología, otra de sus pasiones.
El acordeón hace que David se sienta feliz, tranquilo, en paz y que pueda transmitirles a las personas que lo escuchan, alegría. “Por el momento estoy enfocado con mi hermana, le pido a Dios que nos ponga en un lugar que nos quiera poner”, dijo Quintero, quien el año pasado le rindieron un homenaje al Binomio de Oro con el cover ‘Cómo te olvido’ que está plataformas digitales, y el año anterior, fue publicado el primer cover, un mosaico de Los Diablitos.

La pandemia les frenó una gira a Ecuador, Mexico y Estados Unidos.  Sin embargo, los hermanos no paran y el próximo mes, lanzarán otro homenaje, y esta vez, será para el fallecido Kaleth Morales y luego vendrán otras canciones inéditas.  

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