La comunidad, vecinos, transeúntes y conductores se sorprendieron al ver como brotaba de las alcantarillas agua con sangre, que después de recorrer varios metros caía al río Pamplonita.
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El hilo de color rojo y de olor fétido invadió la vía y el puente de entrada al asentamiento humano, localizado al costado derecho de la carretera que va a Cúcuta.
Esta situación se presenta desde hace más de 15 años, como producto de los fluidos y residuos orgánicos que se derivan del Matadero Municipal, localizado en la parte alta del barrio El Progreso.
En la planta de beneficio, durante la semana sacrifican entre 60 a 80 reses a la semana y otras especies menores que se consumen en Pamplona y municipios de la provincia.
La red del alcantarillado procede de la parte alta del sector, descargando las aguas negras al colector que desemboca en el río Pamplona, lo que desde casi hace una década genera malos olores, zancudos y otros vectores que azotan a la comunidad.
Para la presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Chíchira, Martha Duque Vera, la situación procede de años atrás, señalando que nunca ha sido solucionada por parte de la Empresa de Servicios Públicos y del Matadero, pues no han establecido los mecanismos para el control de los deshechos del sacrificio a animales.
“Los olores son frecuentes e insoportables en todo el sector. Hay veces como lo ocurrido el lunes en donde las aguas se rebosan”, dijo la líder.
La representante de la comunidad recordó que desde hace más de diez años se estableció que el matadero haría las adecuaciones para que los vertimientos no ocasionaran dificultades, pero, al parecer, no han hecho nada de eso.
También afirmó que cuando llueve duro las alcantarillas colapsan y el agua se riega por todos lados.
La presidenta le solicitó a Empopamplona y a la administración municipal, solucionar lo más pronto posible la situación, porque la comunidad es la más afectada con los malos olores.