Un desalentador y preocupante panorama en materia de violencia fue el que entregaron ayer las 700 organizaciones sociales de 16 regiones, que hacen parte de la llamada Coordinadora Humanitaria, por cuenta del accionar de los grupos armados.
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De acuerdo con el reporte elaborado por los integrantes de esta iniciativa que impulsa el expresidente Ernesto Samper, 2024 está cerrando con más de 1.200 eventos violentos en contra de la población civil que vive en las zonas donde el conflicto armado está activo.
Asesinatos, confinamientos, restricciones a la movilidad, amenazas, reclutamientos, desplazamientos forzados, entre otros delitos hacen parte de la dura radiografía que se presenta en zonas como el Cauca, Caribe, Antioquia, Caquetá, Arauca y el Catatumbo.
Para las organizaciones sociales, hay un hecho que es evidente y que está incidiendo en estas nuevas dinámicas del conflicto en Colombia y es el aumento en un 34% de la expansión territorial de los grupos alzados en armas.
Al respecto, el expresidente Samper afirmó que el país está volviendo a la guerra y que hay un franco deterioro en las condiciones humanitarias.
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“En Colombia avanza más rápido la guerra que la paz. Por eso, invitó al Gobierno Nacional, al alto comisionado para la Paz y a los grupos armados para que reflexionen sobre el rumbo de la ‘Paz total’, y evalúen el método de negociación”, manifestó el exmandatario.
Y es que, según el reporte humanitario que estas organizaciones vienen haciendo desde hace dos años, como seguimiento a los eventos violentos en el marco del conflicto interno, en lo corrido del año se han presentado 406 hechos o situaciones que atentan contra la defensa y el respeto por la vida, 213 restricciones a la movilidad de las personas, 170 afectaciones a liderazgos sociales y defensores de derechos humanos, así como 157 afectaciones por minas antipersona y municiones sin explotar.
La región más afectada ha sido Cauca, con 229 eventos; seguida del Caribe, 157 eventos; Antioquia, 114; Caquetá, 79; Arauca, 78; y Catatumbo 70 eventos.
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Los principales actores armados responsables son, el Estado Mayor Central y el Estado Mayor de los Bloques (EMC/EMB) con 383 eventos; el Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), 181 hechos, y el Ejército de Liberación Nacional (Eln) 124 eventos.
Ante este panorama, Samper, quien es fundador de la corporación Vivamos Humanos, dijo que es necesario hacer un llamado para que los grupos armados no solo estén en la mesa, sino que demuestren verdadera voluntad de paz.
“El experimento de la ‘Paz total’, lamentablemente, no está dando los resultados que se quisieran, así lo muestran las cifras de nuestro observatorio humanitario. Vamos a terminar el año con alrededor de 1.200 acontecimientos o hechos de violencia y ese no es un panorama muy tranquilizador”, reconoció el expresidente.
En vista de la situación por la que atraviesa hoy el país y la crisis que afrontan los procesos de paz que lidera el gobierno de Gustavo Petro con diferentes grupos, las 700 organizaciones sociales le hicieron un urgente llamado a las partes, para que decreten un cese al fuego humanitario para este fin de año.
Propuesta
En el marco de la VI Cumbre Humanitaria que tuvo lugar ayer en Bogotá y en la que estuvieron presentes los ministros del Interior, Juan Fernando Cristo, y de las Culturas, Juan David Correa, así como congresistas, la Misión de Verificación de las Naciones Unidas, la representante para el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU, Juliette de Rivero; la representante de Acnur en Colombia, Mireille Girard, y la coordinadora residente de las Naciones Unidas en Colombia, Mireia Villar, las organizaciones sociales que representan a los diferentes territorios afectados por el conflicto entregaron un ‘Plan humanitario de paz y seguridad’ para enfrentar la crisis de la ‘Paz total’.
Los promotores consideran que su aplicación sería el alivio y el “salvavidas” que necesitan los territorios. Además, explicaron que puede extenderse a 189 municipios donde viven más de 10 millones de colombianos afectados por el conflicto armado.
El Plan tiene cuatro ejes principales, a través de los cuales lo que se busca es mitigar la crisis humanitaria. Estos son: respeto y aplicación del Derecho Internacional Humanitario (DIH), garantías de seguridad, participación de la población civil y cultura de paz.
“No hablamos de segurismo o presencia represiva sino de protección con presencia social del Estado, garantizando la convivencia pacífica y las transformaciones económicas y sociales que faciliten el acceso de la población a derechos fundamentales la salud, la vivienda, la educación y la seguridad alimentaria, entre otros”, manifestó la Coordinadora Humanitaria.
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El expresidente Ernesto Samper aseguró que este Plan humanitario fue construido con apoyo del Ministerio del Interior, el Ministerio de las Culturas y las gobernaciones de los 16 territorios del país más afectados por el conflicto armado, razón por la cual refleja verdaderamente el sentido de quienes están sufriendo en carne propia la crudeza de la violencia.
"A la paz hay que darle todas las oportunidades, hay que perseverar. La paz merece todas las oportunidades y entre todos debemos seguir trabajando para dárselas”, manifestó el expresidente.
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