Durante su visita a Ocaña, esta semana, para el acto de reconocimiento de responsabilidad y perdón con las víctimas de las ejecuciones extrajudiciales, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, aseguró que los responsables de la ola de extorsión y secuestros que tiene azotada a la provincia de Ocaña son integrantes de grupos de  delincuencia organizada que operan en la zona del Catatumbo.

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Velásquez señaló que de estas organizaciones hacen parte antiguos miembros de grupos armados ilegales que operan en el departamento, pero descartó que la responsabilidad sea propiamente de las agrupaciones que tienen influencia en la región, pese a que el ahora exalto comisionado de Paz, Danilo Rueda, había dicho hace unos días que el Eln era quien tenía en su poder al ingeniero Fabián Arias, y la disidencia de las Farc al exalcalde de San Calixto, Yadil Sanguino.

“Esa es la hipótesis que se tiene en este momento, porque como saben, la familia todavía no ha tenido ninguna comunicación. Por la forma de operación y por lo que se ha adelantado en otras investigaciones, lo que me han informado es que debe ser un grupo de delincuencia, pero que no sería de los grupos armados ilegales”, dijo el funcionario.

No obstante la información entregada por el jefe de la cartera de Defensa, este fue categórico al referirse al Eln y la insistencia de mantener la práctica del secuestro, pese a estar sentado en la mesa de negociación con el gobierno de Gustavo Petro.

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Velásquez fue enfático en que los miembros de esa guerrilla deben abandonar este delito, como condición para continuar adelante con las conversaciones que se iban a retomar el jueves, en su quinto ciclo en México, pero que precisamente por la tensión que mantienen las partes frente al secuestro, se ha postergado.

“Vamos a ver cómo se presenta el asunto en la instalación y en las discusiones, porque también hemos escuchado otras reacciones de parte de esa organización, como reivindicando la práctica del secuestro, lo cual para nosotros es inaceptable. Esperaremos pronto el reporte sobre eso”, agregó el ministro.

Instó a la liberación de todos los secuestrados lo más pronto posible, para que se dé su reencuentro como familia durante esta Navidad.

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Además de Fabián Andrés Arias Castilla, secuestrado el 2 de octubre, y  el exalcalde de San Calixto, Yadil José Sanguino Manzano, el 15 de noviembre, también permanecen en cautiverio el abogado Sanín Antonio Mena Pérez, de 87 años, una de las personas de mayor edad  retenida por grupos al margen de la Ley; y el comerciante Geovanny Álvarez León, secuestrado esta semana, entre otros agricultores y empresarios del departamento.

Seguimiento al consejo de seguridad

Iván Velásquez se refirió también a las medidas adoptadas en el reciente consejo extraordinario de seguridad que presidió en Ocaña y dijo que estas se han venido cumpliendo, como el incremento de uniformados de la Policía Nacional.

Con relación a las críticas por parte de la comunidad sobre la falta de controles en las vías de ingreso y salida al municipio, Velásquez aseguró que la institución continúa con los operativos, pero no de manera permanente en los mismos sitios, sino que están en constante desplazamiento por diferentes puntos.

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“Había tantas vías, tantas posibilidades de salir del municipio por otros puntos y eso hacía mucho más difícil atender el municipio como si fuera un plan candado”, dijo.

Plantón

A propósito de la visita del ministro de Defensa a Ocaña, familiares de Geovany Álvarez León, comerciante de la plaza de mercado de ese municipio, adelantaron un plantón en el parque principal para llamar la atención de las autoridades y pedir su pronta liberación.

El hermano de la víctima, Freddy Antonio Álvarez, dijo que ellos no son personas adineradas como para pagar un rescate y que diariamente se ganan la vida vendiendo fritos en un negocio familiar en la plaza de mercado.

Y es que fue precisamente cuando salía a trabajar, que hombres en motocicleta interceptaron a Álvarez León para llevárselo con rumbo desconocido. Desde el rapto, nada se sabe de su paradero y allegados piden un gesto de piedad por parte de quienes lo tienen en su poder para que lo devuelvan sano y salvo al seno de su hogar.

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