Marta Lucía Ramírez se ha convertido en el último año en una de las voces más representativas del Partido Conservador, después de su protagonismo en las elecciones presidenciales de 2014, en las que, sin el apoyo de buena parte de la dirigencia azul, logró una votación considerable.

La también exministra  de Comercio Exterior y Defensa descartó cualquier posibilidad de participar en la contienda que tendrá lugar el próximo 25 de octubre, pero, a cambio, se mantiene activa por el país impulsando la campaña de los aspirantes que representarán los intereses conservadores en las urnas.

En ese recorrido, la dirigente visitó hace unos días Cúcuta para promover la candidatura de Juan Carlos García Herreros a la Gobernación de Norte Santander. En esta ocasión, La Opinión habló con ella sobre las proyecciones del partido para los comicios, el proceso de paz y las diferencias que la separan del gobierno del presidente Juan Manuel Santos.

¿Cómo ve las condiciones del país, en sus diversos aspectos, para las elecciones del 25 de octubre?

Con la misma preocupación de muchos colombianos por el deterioro de la seguridad y la economía en el país. Lo peor de todo es la pérdida de confianza y de optimismo de la gente, cuando necesitamos que seamos nosotros mismos los que creamos en el futuro de la Nación. Esto hay que cambiarlo y por eso es importante que en las elecciones del 25 de octubre los ciudadanos analicen bien a los candidatos y no se dejen guiar por el color de los partidos ni por las maquinarias o las ofertas en dinero. Hay que elegir a los mejores en las gobernaciones, las alcaldías, las asambleas y los concejos. Porque solamente de esa manera vamos a evitar el riesgo del populismo.

¿Qué espera el Partido Conservador como resultado electoral de esa jornada?

Esperamos ganar un buen número de gobernaciones y de alcaldías.  Pero, por encima de todo, lo importante es que los candidatos que representen al partido sean personas merecedoras del respeto de la comunidad, además de idóneas, con capacidad y vocación de servicio. El  conservatismo quiere rescatar la confianza de los colombianos en la política.

¿Con qué fuerzas partidistas va a hacer coaliciones el conservatismo?

Con la reforma estatutaria del partido nos propusimos priorizar sus candidatos a cargos de elección popular. Queremos un partido con vocación de poder y estamos abiertos a posibles  coaliciones, pero no hechas a dedo desde Bogotá sino en sintonía con las bases.

¿Cómo se sienten en Norte Santander, sobre todo para la Gobernación?

Muy bien. Para la Gobernación creemos contar con el mejor candidato, dada la personalidad de Juan Carlos García Herreros. Tiene una gran formación profesional  y reconocida capacidad empresarial. Merece que lo respalden quienes fueron precandidatos y los nortesantandereanos en general. Me parece ejemplar el apoyo de los congresistas Juan Manuel Corzo y Juan Carlos García Gómez.

¿A quién van a apoyar para la Alcaldía de Cúcuta?

Hemos coincidido con el presidente del Directorio Nacional, David Barguil, en el sentido que determinaciones de este orden no deben tomarse a dedo desde Bogotá sino consultando las bases y según lo que más convenga a las administraciones. Para el caso de Cúcuta, los congresistas Juan Manuel Corzo y Juan Carlos García Gómez, en conjunto con el candidato a la Gobernación, Juan Carlos García Herreros y sectores activos de la colectividad, están llamados a decidir y el partido los respaldará.

Relaciones con el gobierno

¿En qué coincide el Partido Conservador con el Gobierno de Santos actualmente?

Coincidimos, en primer lugar, en que Colombia necesita alcanzar la paz. No coincidimos en la forma en que este Gobierno lo está haciendo. Estamos convencidos de que la paz necesita, por encima de todo,  carácter, fortaleza e institucionalidad y lo que vemos es que el Gobierno del presidente Santos no ha tenido una posición de firmeza sino que las posiciones van cambiando como un veleta, dependiendo también de las presiones de unos y otros. No ha habido de parte del Gobierno un compromiso claro con el fortalecimiento institucional. El tema de la justicia, que es una prioridad para Colombia y es condición esencial para la paz, nunca ha sido prioridad para el Gobierno. Ahora se acaba de hacer, con el ministro Cristo, la Reforma de Equilibrio de Poderes, que es una minirreforma a la justicia, el sistema electoral y los partidos, cuando necesitamos es una reforma de envergadura.

¿Y en eso no le cabe también responsabilidad al Partido Conservador que ha sido en varias ocasiones Gobierno?

Tiene que  asumir su responsabilidad. Por eso no es bien visto que se haya perdido la vocación de poder o que algunos  congresistas defiendan sus intereses particulares y no los de la colectividad.

¿Qué cree que le faltó a la Reforma de Equilibrio de Poderes para el fortalecer la justicia?

Hay que revisar a fondo todos los problemas que se han acumulado en la administración de justicia. Hay que hacerlo también con el sistema penal acusatorio. Hay que saber por qué mientras crece la burocracia en la Fiscalía sus resultados no son satisfactorios y sigue la impunidad.

Proceso de paz

¿Cómo recibe el nuevo anuncio de tregua de las Farc?

Cualquier anuncio de reducción de la violencia en Colombia es importante, pero queremos un anuncio más ambicioso y debe ser el de que se va a acabar la violencia. Hay que exigir una tregua unilateral definitiva y el Gobierno está llamado a acelerar el proceso y fijarle plazo. No es tolerable  la recurrencia de crímenes contra la Fuerza Pública o la provocación de los daños ambientales por el derrame de combustible con efectos nocivos contra las comunidades.

¿Qué piensa de la Comisión de la Verdad?

Creo que el país necesita una Comisión de la Verdad, pero lo más importante es terminar este conflicto.

El Partido Conservador ha sido muy crítico del proceso de paz de Santos, pero no lo fue cuando Pastrana puso en marcha el del Caguán.

El Partido Conservador acompañó los esfuerzos de paz de Andrés Pastrana y ha acompañado los de Juan Manuel Santos, pero ha exigido que la paz no signifique impunidad o claudicación en lo que es el Estado de Derecho.

¿Cuáles son sus nuevas perspectivas presidenciales o las del Partido Conservador?

No lo sé. El único que le sabe es Dios. Tengo claro  que desde la terminación de la campaña presidencial pasada, a pesar de la arbitrariedad cometida con nuestra candidatura, he seguido en el partido. Las perspectivas ahora no son claras. Se están mencionando varios nombres. Hay que mirar hacia adelante.

¿Cómo están las relaciones con Uribe?

Estamos en partidos distintos, pero coincidimos en ese amor por Colombia.