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Cúcuta
Venció al cáncer dos veces, ahora ayuda a niños enfermos
Mateo Soler Herrera tuvo dos linfomas, a los 13 y 17 años. Es voluntario en Fundación Soñar.
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Miguel Landazabal
Miguel Landazábal
Categoría nota
Domingo, 20 de Febrero de 2022

Luego de enfrentar dos episodios de cáncer en un mar de tratamientos, dietas estrictas, cirugías, recuperaciones y medicinas, para Mateo Soler Herrera, sobreviviente de la enfermedad terminal en su adolescencia, el significado de la vida, ha cambiado drásticamente, pues asegura que no es lo mismo verla desde unos ojos que han estado próximos a la muerte.

Su historia clínica, así como su incansable lucha contra el linfoma (cáncer en el sistema linfático) inició a la corta edad de 13 años, en los que de forma espontánea, comenzó a tener una inflamación a la altura de la garganta que para los médicos y especialistas no tenía explicación, pues al tocarla o examinarla, Mateo no presentaba ningún dolor.

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“Ahí fue cuando nos preocupamos, por lo general ese es un síntoma muy claro de que algo no está bien, ya luego me sometieron a cirugía, me extirparon el tumor y cuando entró a laboratorio, se encontraron con que tenía células cancerígenas, momentos después, el doctor estaba diciéndome a mí y mi madre que debía someterme a un tratamiento”, afirmó Soler.

Su vida, dio un vuelco de 180 grados, ya no podía salir a la calle, ir a piscina, al cine o si quiera hablar de forma presencial con sus amigos, pues su cuerpo podría estar expuesto a que cualquier virus entrara sin ningún sistema inmunológico lo suficientemente fuerte para ser contrarrestado.

Algunos de los recuerdos y agradecimientos que siguen permaneciendo en la memoria de Mateo, son las cartas que compañeros de clase les enviaban de forma constante, y las oraciones de allegados y familiares, porque resalta que una gran parte de su recuperación fue gracias al apoyo emocional.

“Uno físicamente se siente muy débil, especialmente en el tratamiento, pero gracias a la dieta y los ánimos que me daban, pude seguir adelante. Muchas veces me decía, aún cuando los días eran muy difíciles, que todavía no era mi tiempo, tenía más cosas para dar, y hoy puedo decir que a nivel personal, el 50% del cáncer es el tratamiento y el otro 50% es la actitud que le pongas”, señaló el sobreviviente.

Aquel análisis, lo asimiló especialmente por los años que compartió con personas y niños que al igual que él, tenían condiciones médicas complicadas. Muchos de ellos, resaltó, fallecieron cuando se encontraban mal anímicamente.

El segundo reto

 

Después de pasar de los 13 a los 15 años, en tratamientos intensivos, Mateo logró superar su primer episodio de cáncer, sin embargo, la vida todavía le exigía un reto más, pues dos años más adelante, en su cuerpo se volverían a desarrollar células cancerígenas que le produjeron otro tumor en el mismo lugar.

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“Ya en el segundo, aunque médicamente hablando no lo fue, para mí, resultó más fácil atravesar esa condición, porque ya conocía como era la dinámica y aunque el protocolo fue algo distinto, seguí enfocado en superarlo siendo juicioso con la alimentación y mi estado de ánimo”, aseguró el joven.

Fundación Soñar

(La Fundación Soñar ha liderado iniciativas a nivel departamental para buscar recursos y ayudar a costear tratamientos de niños de bajos recursos diagnosticados con cáncer.)

Con dos situaciones tan alarmantes a su corta edad, Mateo sostuvo que toda su filosofía de vida cambió. En esos instantes, en los que observaba a algún paciente cercano a él morir por la enfermedad, despertaron en su cuerpo la necesidad de descubrirse a sí mismo: quién era él y cuál era su propósito.

“Es muy difícil explicarlo con palabras, pero me volví más perspicaz en algunas cosas, veo y siento cosas que antes no, valoro más los momentos en general, el tiempo que paso con amigos, con mi familia, o hasta salir a caminar, todo ese tipo de cosas que parecen rutinarias, las aprecio con más fuerza”, explicó Mateo.

Fundación Soñar

 

Un irónico destino fue el que unió a este joven sobreviviente con esta fundación, conocida a nivel departamental por fomentar acciones que ayuden a los tratamientos, capacitación y auxilios de niños de bajos recursos que tuvieran cáncer.

El padre de Mateo, hace más de 30 años, se juntó con varios médicos y personas interesadas en ayudar a los jóvenes, para crear la Fundación Soñar, en ese momento, su progenitor se encargaba de hacer viajes al vecino país para conseguir medicinas que no eran de fácil acceso en Colombia y distribuirlas a las familias que lo necesitaban.

“Antes del 93, las personas tenían que pagarse todo el tratamiento si llegaban a tener cáncer, y por esa razón, mi papá iba y venía comprando medicinas, pero no había indicios de cáncer en ninguno de la familia, fue una casualidad que luego me hubieran diagnosticado, y bueno ya después de lo que viví, me quedé en la fundación como voluntario”, manifestó Mateo.

Él, luego de 10 años de vencer al cáncer, ser profesional en administración financiera y tener su propia empresa como diseñador audiovisual, ha decidido usar varias horas de su tiempo, para esta fundación, en la que afirma, ha encontrado mucha satisfacción al alegrar a los niños y jóvenes que como él, se encuentran pasando por una situación similar.

“Es algo que hago con mucho cariño y amor, además tengo una conexión muy fuerte con ellos (niños), claro que agradecemos cualquier ayuda de voluntarios que se quieran sumar, pero uno como sobreviviente tiene más empatía, y va más allá. Sin hablar, solo con la mirada ya sabemos que está sintiendo el otro”, concluyó Mateo Soler.

Cifras actuales del cáncer

 

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en la niñez y la adolescencia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que, cada año se le diagnostica la enfermedad a unos 400.000 niños, niñas y adolescentes de entre 0 y 19 años.

Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en la región de las Américas y el Caribe, se estima que al menos 29.000 niñas, niños y adolescentes menores de 19 años resultarán afectados por el cáncer anualmente. De ellos, cerca de 10.000 fallecerán a causa de esta enfermedad.

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