Que Cúcuta sea la ‘Ciudad del los Árboles’ no debe ser solo un título, porque en los residuos que dejan estas especies en la capital de Norte de Santander, Los Patios y Villa del Rosario, está el potencial energético de la biomasa que requieren algunas industrias para sustituir los combustibles fósiles.

Este fue el resultado de un estudio que desarrolló la Universidad Libre durante 3 años, con la colaboración de la Universidad Nacional y del Ministerio de Ciencia, el cual identificó más de 408.000 especímenes en los tres municipios, cuyas podas generan alrededor de 2.000 toneladas de residuos mensuales, según el ingeniero en Producción Industrial Jhon Fredy Gélves, investigador de la institución.

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“Estos residuos van a parar al relleno sanitario a cualquier otra parte. Entonces la idea fue valorizarlo para aplicarlos en un proceso industrial, en este caso las lavanderías”, explicó Gélves.

El profesor de la Unilibre indicó que la biomasa se considera una energía alternativa y renovable. Algo particular es que, aunque al quemar emite dióxido de carbono, el cual está asociado con el calentamiento global, ese dióxido vuelve a las plantas. Entonces, en realidad, no hay acumulación de ese gas.

Menos agentes contaminantes

Jhon Fredy Gélves informó que los resultados obtenidos fueron muy buenos, porque, aparte de generar menos dióxido de carbono, también comprobaron que las emisiones tienen menos contenido de otros elementos contaminantes, como el azufre y el nitrógeno, los cuales son muy perjudiciales.

Las pruebas se hicieron de la mano de la Corporación de Lavanderías y Tintorerías Industriales (Corpolavi), cuyas empresas usan carbón para sus procesos. La sustitución parcial o total del combustible fósil por biomasa reduciría unas 24.000 toneladas de dióxido de carbono anuales. 

“Incluso, ese dióxido de carbono, basado en este tipo de empresas sostenibles, se podría negociar en el mercado de créditos de carbono, y cada tonelada de dióxido de carbono está $17.000 o $20.000, por lo que se convierte en negocio adicional para las organizaciones”.

Gélves recalcó que la cantidad de residuos de los árboles analizados en el estudio corresponde solo a los especímenes de las calles; si se consideran los que están dentro de los casas, fácilmente se superarían las 3.000 o 4.000 toneladas.

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¿Cómo fue el proceso? 

El profesor destacó que la biomasa tiene la particularidad de que se quema muy rápido, lo que no es muy bueno para un procedimiento industrial. Por ello, implementaron un proceso llamado briquetado, para lograr que no se incinere tan rápido y sea muy útil. 

“Logramos optimizar ese proceso, cómo saber mezclar, en qué proporción, cómo molerlo y compactarlo, para poder tener un producto que efectivamente dé respuesta a las necesidades de una organización industrial”, añadió el doctor en Ingeniería en Materiales.

Jhon Fredy Gélves subrayó que este material es residual, no tiene costo,  procesar una tonelada de biomasa y venderla no tomaría más de $300.000, lo que representa un ahorro para las empresas. 

La misma cantidad de carbón valía el año pasado más de $700.000, aunque este año su precio bajó por condiciones de oferta y demanda.

Lavanderías apuestan a la transición

El gerente general de Corpolavi, Raimundo Cáceres, señaló que apuestan a la innovación empresarial en busca de ser más sostenibles, con prácticas amigables con el medio ambiente, por lo que han buscado hacer alianzas con las universidades y sus grupos de investigación, entre ellas la Libre.

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“Fue muy interesante el proyecto de la biomasa, porque es equivalente a la combustión del carbón, lo único -desfavorable- es la cantidad de insumo que se requiere. Todavía estamos en estudio para determinar cuánto vendría siendo el consumo para todas las lavanderías”.

Manifestó que hicieron encuestas y un análisis financiero, en busca del reemplazo del carbón, cuya tonelada costaba el año pasado e inicios de este cerca de $800.000, lo que elevó los costos de operación, actualmente su precio promedia entre $200.000 y $300.000.

Destacó que en Norte de Santander hay 25 lavanderías, 17 de ellas asociadas a Corpolavi, y todas están comprometidas con la transición energética.

Otras conclusiones

Los poderes caloríficos inferiores (material seco) se encuentran entre 3.386 kcal/kg y 4.045 kcal/kg. El valor medio de está biomasa generada en el territorio podría estar alrededor de los 3.650 kcal/kg.

Las pruebas de combustión y generación de vapor demostraron que, efectivamente, con la biomasa briqueteada se genera mayor contenido de vapor que con la mezcla a granel. 

En comparación con el carbón mineral, se logró obtener una generación de vapor del 69%, algo muy positivo porque, con los materiales a granel, la eficiencia estuvo cercana al 30% sobre el mismo combustible de referencia.

En materia ambiental, se logró evidenciar que con el desarrollo evaluado se reduce la emisión de dióxido de azufre hasta en un 99% y las de NOx (óxido de nitrógeno) hasta en un 17%. 

Sobre la opacidad, que guarda relación con el material particulado, también se evidenció que con las briquetas se logra obtener una menor emisión de esta clase de contaminantes.

El único aspecto negativo evidenciado es la alta emisión de monóxido de carbono en la biomasa.

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