Infortunadamente, el acoso es algo que atraviesa la existencia de la mayoría de las mujeres en el mundo.
Esa forma de persecución respaldada por el patriarcado, continúa siendo minimizada por las personas que creen que los piropos que las mujeres reciben en la calle son inofensivos y no una situación violenta que les genera inseguridad y problemas tanto físicos, como psicológicos.
De acuerdo con el portal web Psicología y Mente, existen siete tipos de acoso (escolar, sexual, psicológico, físico, ciberacoso laboral e inmobiliario), sin embargo, cuatro de ellos son sufridos en mayor proporción, por las mujeres y las cifras de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, lo confirman.
Entre los años 2008 y 2020, se registraron 17.780 denuncias por acoso sexual en 16.307 víctimas, de las cuales el 84% eran mujeres, por eso, hay que conocer de qué se trata cada uno para no seguir perpetrándolos, cambiar las creencias positivas sobre el acoso y así cuidar a las mujeres que los sufren.
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Preste atención porque a continuación, La Opinión le cuenta cuáles son:
1. Acoso sexual: Son las conductas intimidantes o coercitivas de naturaleza sexual, las cuales pueden manifestarse de forma física, verbal o no-verbal. En estas se encuentran los actos de violencia física, tocamientos o acercamientos no deseados por la víctima, comentarios o apelaciones al aspecto físico o vida privada de la víctima, supuestos cumplidos o piropos, gestos de naturaleza sexual y silbidos. Las acciones pueden ser tan graves, que incluso buscan que suceda un posible acto sexual.
2. Acoso psicológico: Este se trata de acciones que maltratan, humillan o avergüenzan a la persona, atentando contra su dignidad e integridad moral para afectarla psicológicamente. Suelen ser mentiras, palabras hirientes o difamaciones e incluso un distorsionamiento de la realidad, causando desconfianza, sentimientos de indefensión y ansiedad. A veces son comportamientos tan sutiles que ni la víctima los nota.
3. Acoso físico: Es la persecución constante e invasiva hacia una persona con el propósito de establecer un contacto, incluso, contra la voluntad de ella. Algunas de las conductas que tiene el acosador son: espiar a la víctima, perseguirla, llamarla insistentemente, amenazarla o ser violento con ella.
4. Ciberacoso: También es conocido como acoso virtual o cibernético y se da por los medios de comunicación digitales o por las redes sociales. En este se perpetran ofensivas personales, propagación de información confidencial o falsos rumores. Una de las razones por las que se presenta es para generar malestar y angustia psicológica y emocional en la víctima.
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Para la psicóloga Eliana Flórez, son varias las repercusiones que sufre una persona acosada, como por ejemplo: aislamiento social, pérdida de interés en las actividades que antes le generaban emoción, retraimiento, entre otras.
“Cualquier tipo de acoso que sufra una persona genera repercusiones a nivel social, psicológico, emocional y demás, para tratar de superarlo o mejorar la salud mental, lo importante y fundamental es tener redes de apoyo, esas redes pueden ser familiares, amigos, compañeros de trabajo o estudio, personas con las que uno se sienta cómodo y pueda hablar del tema”, expresó la profesional.
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Asimismo, destacó que las mujeres deben poder comunicar la violencia que sufren al ser acosadas, sin temor a ser juzgadas, pues aunque la sociedad las señale por la forma de vestirse, por cómo camina o demás, ellas nunca tienen la culpa.
Señala que también se deben combatir estos flagelos desde los hogares y con mejor crianza, enseñando los tipos de acoso y también las formas de combatirlo.
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