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Con talco y almidón de yuca falsifican medicinas en la frontera
En el barrio La Parada hay al menos 80 casas de venta ilegal de fármacos.
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Sábado, 9 de Julio de 2022

Muy cerca de la frontera, en el sector comercio de La Parada, en el municipio de Villa del Rosario, ha crecido la venta de medicamentos. De tres droguerías, que hubo antes de la pandemia, ahora hay 40 y al menos 80 garajes o casas informales, donde expenden medicinas de dudosa procedencia.

El negocio de los medicamentos, que germinó en medio de una transformación del comercio en la frontera cuando la dolarización de Venezuela extinguió la rentabilidad de las casas de cambio, también dio espacio a la falsificación de fórmulas médicas. 

En los callejones, en las vías principales, por los rincones, se abren paso estos garajes que sin ninguna pauta sanitaria, exhiben jarabes, pastillas, cápsulas de Acetaminofén, Buscapina, Losartán, Diclofenac, los más demandados.


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(*)Ángel Bustamante, propietario de una droguería de La Parada, advierte de esta peligrosa práctica, mientras sostiene en sus manos unas gotas originales de Tobroptic Compuesto. Este es uno de los nombres comerciales que en Colombia tiene el antiinflamatorio oftálmico con antibiótico que combina una solución de dexametasona (0,1%) y tobramicina (0,3%).

La droga oftálmica que en Venezuela tiene el nombre comercial de Todex, es uno de los medicamentos que más se falsifican en las cercanías del puente Internacional Simón Bolívar. En las casas ilegales lo venden por un costo de $15 mil pesos, envasada y en cajas con rótulos que podrían disipar cualquier duda de su pureza. 

El colirio de Todex, que tiene venta libre en el país vecino, posee gran demanda, sobre todo por parte de los extranjeros que atraviesan la frontera en busca de medicinas. 

“Aquí llegan muchos medicamentos falsificados que llegan a ofrecerle a uno de la calle, por ejemplo el Todex que aquí cuesta $20 mil pesos, pero una marca colombiana. Si usted le da una vuelta a La Parada, caminando te das cuenta la cantidad de casas donde venden medicamentos, puedes ver las vitrinas”, relató Bustamante.

No solo hay una venta al detal. También las ofrecen al mayor. “Cuando vino la pandemia, ese negocio empezó a crecer. Lo que dicen o se rumora es que hay barrios en la parte de arriba de Villa del Rosario donde los fabrican, pero uno no se mete en problemas porque eso es una mafia”, declaró.

El comerciante relató que un mes atrás (mayo) hizo el ejercicio de comprar en una de estas casas ilegales una caja de Buscapina  (de 30 pastillas) para compararla con la original y notó a vista la diferencia. 

“Cuando las revisé me di cuenta que eran ‘chimbas’, por el embalaje, por la pastilla, la forma, un regente en farmacia se da cuenta, pero para la gente común es muy difícil”, añadió.

Con talco y almidón de yuca  falsifican medicinas en la frontera

 

El placebo

De acuerdo al Instituto Internacional de Investigación contra la Falsificación de Medicamentos, Colombia está entre los diez primeros países del mundo con mayor incidencia en este flagelo, mientras que en Latinoamérica, ocupa el segundo lugar.

Aunque el estudio no estima una discriminación de las zonas de influencia, al otro lado de la frontera manejan que desde el departamento Norte de Santander sale droga adulterada que llega a Venezuela, especialmente transportado por las denominadas “trochas” que comunican el municipio Villa del Rosario con el estado Táchira.  


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Los medicamentos falsificados son muy similares a las originales, placebos elaborados como comprimidos de almidón de yuca, ácido bórico, talco o cemento; ampollas de agua destilada o jarabes de agua y colorante, advierte William Velazco, presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana.

“Falsifican los que son de uso común, por la necesidad de la población venezolana y están entrando por los caminos verdes de los estados fronterizos. Una parte se queda en esos mismos estados como el Táchira pero otro alto porcentaje de fármacos llega al centro del país (Venezuela) y está siendo vendido en abastos, bodegas, bodegones y esquinas de las calles sin ningún control sanitario”, relató Velazco.

El facultativo dijo que el Invima, en Colombia), ha informado en varas oportunidades acerca de estos hechos, mientras que el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (Venezuela) está encargado de hacer las pruebas a todo medicamento que se importa. “Solo que estos medicamentos entran por contrabando y no hay manera de controlarlo”, explicó.

Informó que la mayoría de la droga que adulteran son fórmulas hipertensivas, para manejo de la diabetes, analgésicos. “La metformina, el Losartán, los diclofenac sódico o potásico, medicamentos antitusígenos como el Preveral, el Votlaren que es un diclofenac son algunos”, mencionó.

William Velazco dijo que no es sencillo distinguir entre una droga falsa y una auténtica, pero algunos aspectos importantes tienen que ver con que no conservan el color original o en el caso de las tabletas el blíster debe estar troquelados con las fechas de producción y la de expiración, aunque lo más importantes, “comprarlos solo en droguerías en el caso de Colombia o farmacias en Venezuela, es decir, establecimientos debidamente autorizados”.

 

Fórmulas vencidas

Carlos Martínez, director del Instituto Departamental de Salud (IDS), afirma que la adulteración de medicamentos y además, el cambio de la fecha de expiración de otras fórmulas originales, ha sido una constante en Norte de Santander. De manera orquestada con la Policía Nacional, el instituto ha apoyado las labores para luchar contra este flagelo, indicó.

“Venden placebos o algunas sustancias que ponen en riesgo la salud de la población. Por eso siempre el llamado siempre ha sido a no consumir medicamentos cuando no se tenga certeza del origen del mismo”, declaró el director.

Indicó que en la zona fronteriza existe un comercio ilegal de medicamentos, pero los decomisos más importantes que han hecho han sido por enajenación de fórmulas institucionales. “De igual manera se han decomisado falsos porque el lote no coindice con el que han producido efectivamente los laboratorios farmacéuticos del territorio nacional”, explicó.

Martínez manifestó que desconocen la procedencia de estas drogas adulteradas porque es una investigación de orden policiaca, pero que tras los decomisos las experticias que realiza el equipo de vigilancia y control de medicamentos, han arrojado que no son auténticos.

 

Con talco y almidón de yuca  falsifican medicinas en la frontera

 

No hay denuncias en Villa del Rosario

En la Alcaldía de Villa del Rosario no hay reportes o denuncias acerca de la venta ilegal de fármacos, o bien su falsificación con fines  comerciales.

Charles Torres, secretario de Salud Municipal, dijo que esas situaciones son manejadas de manera directamente por el Instituto Departamental de Salud. 


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“A nosotros no nos han reportado nada. De pronto en alguna ocasión hemos sabido de casos, pero por la prensa. Pero como reporte no, a nosotros no nos llega”, declaró.

Torres informó que durante los meses previos a decretarse la emergencia sanitaria por la pandemia de la COVID-19 se hicieron mesas de trabajo en las que participó el IDS, la Secretaría de Gobierno y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN). 

Allí se realizaron algunas recomendaciones para prevenir que este tipo de hechos se presentaran por la demanda creciente de fórmulas médicas. 

Sin embargo, no obedecieron a un hallazgo concreto, ya que “nunca” han tenido denuncias al respecto. 

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