Recorrer la zona rural de Cúcuta, principalmente la que colinda con Puerto Santander y Venezuela, se ha vuelto un tanto arriesgado, especialmente para quienes no viven por allá. El ambiente que hay en poblaciones como Puerto Lleras, La Floresta, Aguaclara, Guaramito, Banco de Arena, Puerto León, Vigilancia, La Punta o hasta el mismo Palmarito, está lleno de tensión y mucha zozobra e incertidumbre.
Cuando un foráneo llega a alguno de estos lugares, los habitantes lo miran con desconfianza y miedo. No es para menos, esta zona está siendo disputada a sangre y fuego por el Eln y los gaitanistas, dejando una estela de muerte y desolación.
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Precisamente, el domingo, hacia las 9:20 de la noche, un grupo de hombres fuertemente armados, al parecer, miembros del Eln, atacaron con ráfagas de fusil la estación de Policía del corregimiento Aguaclara.
“Primero se escuchó como una docena de tiros, luego comenzaron a disparar en ráfaga, eso era como de una ametralladora M60, fueron como 10 o 15 minutos que duró el ataque, luego no se volvió a oír nada más”, contó un habitante de esa población que está a 40 minutos del casco urbano de Cúcuta.
Ese cuarto de hora que duró el hostigamiento contra las instalaciones policiales, provocó que el corregimiento quedara como un ‘pueblo fantasma’, todos los habitantes corrieron a encerrarse en sus casas. La noche de domingo dejó de ser la típica de cada semana, donde los negocios de ventas de licores se llenan de clientes y los parlantes retumban con vallenatos, rancheras y música norteña. Todo el ambiente de rumba se interrumpió abruptamente.
“No más con la primera tanda de tiros, se veía correr de un lado a otro a la gente, los negocios apagaron la música, cerraron las puertas y bajaron las santa marías, eso fue terrorífico, pensábamos que se iban a tomar el pueblo”, aseguró otro residente del lugar.
Según versiones, dos grupos de hombres se hicieron en diferentes puntos de la población para atacar, unos desde el parque principal, que está diagonal de la estación, y otros desde una zona boscosa de la parte de atrás.
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También se conoció que un grupo como de 30 hombres, fuertemente armados, que vestían buzo negro, sudadera oscura y botas pantaneras estaban en uno de los humildes barrios de Aguaclara, a la espera de alguna orden.
Malos recuerdos
Y es que ese ataque les hizo recordar a muchos habitantes de Aguaclara lo que sucedió a mediados de 1992, según comentó una persona que reside en ese lugar, cuando un grupo de presuntos guerrilleros se tomó el pueblo y atacó la estación de Policía, que durante más de 30 años ha quedado en el mismo punto.
“Por eso anoche (domingo) cuando comencé a escuchar los tiros, pensé que luego de eso vendrían los cilindros bomba, entonces decidí salirme del cuarto a dormir casi en el pasillo, donde la pared es más fuerte y no hay ventanas, para no correr riesgo”, señaló otro habitante de esa zona.
Añadió: “acá en Aguaclara, desde hace más de tres décadas hemos vivido en medio del conflicto armado, esta es una zona por donde los grupos armados ilegales pasan y quieren apoderarse de la zona porque saben que hay rutas por diferentes lados para sacar o traer lo que ellos quieran”.
Ante eso, hay personas que sostienen que han aprendido a convivir con esa lucha armada que llevan las organizaciones criminales y guerrilleras. “Qué más podemos hacer, no tenemos dinero para irnos a otra parte, entonces nos toca quedarnos y aguantar. Desde que uno no se meta con nadie, no pasa nada”, sostuvo el residente de ese corregimiento.
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En Aguaclara también se han presentado varios asesinatos, el año pasado se registraron 15 homicidios. La gran mayoría de crímenes, según las autoridades, han sido por ajuste de cuentas entre los grupos ilegales.
Por ese ataque del domingo de la noche, muchos comerciantes decidieron no abrir sus negocios, ayer. También hubo transportadores informales que tampoco salieron a laborar, pues todos tienen miedo que en cualquier momento se vuelva a presentar otro atentado, pero esta vez podría ser bien grave.
En abandono
Varios líderes sociales de la zona también se quejaron del abandono en que los tiene el Gobierno. “Acá es el colmo que estamos a 2022 y no contamos ni con agua potable. Hemos tenido una lucha constante porque haya salud, educación y obras de infraestructura para que se dé un desarrollo, pero el tiempo pasa y no nos llega nada. Le aseguro que si acá se viera algo de eso que pedimos, la situación de seguridad mejoraría”, indicó un representante de la comunidad, que pidió reserva de su identidad.
Agregó: “Al alcalde Jairo Yáñez se le ha dicho en repetidas oportunidades que Aguaclara es un barrio de Cúcuta, estamos a 40 minutos de la capital de Norte de Santander, y esta población tiene un retraso de 20 años y mientras que la administración municipal no tome conciencia y genere empleos e invierta en el campo, esto no va a cambiar”.
Amenazas en Guaramito
La noche del domingo, los habitantes de Guaramito, un corregimiento que está a 20 minutos de Aguaclara, luego de pasar por la vereda Campo Alegre y casi llegando a la frontera con Venezuela, recibieron una advertencia.
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“Unos hombres pasaron diciendo que era mejor que se encerraran en sus casas, sino querían ser víctimas de un ataque que se iba a dar. Fue así como los residentes de ese lugar decidieron correr a sus casas y encerrarse. Solo volvieron a salir hasta ayer”, indicó un habitante de la zona.
Según fuentes judiciales, esta población de Guaramito, por estar tan cerca de la frontera con Venezuela, se convirtió en un corredor del Eln y por eso es que la gente es víctima de ese grupo armado ilegal.
Al igual que en esta población, en otros sectores como Banco de Arena, Palmarito, Puerto Lleras, La Floresta y todos sus alrededores, hoy circula un rumor que en cualquier momento entraría el Eln a atacar tanto a la Fuerza Pública como a los gaitanistas.
‘No hubo víctima que lamentar’
El general Óscar Moreno, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), confirmó lo sucedido y aseguró que no hubo víctimas para lamentar, tanto de sus hombres como de la población civil.
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“Nuestras unidades policiales ubicadas en el corregimiento Aguaclara fueron atacadas y esas acciones terroristas fueron atendidas de manera oportuna, con todas las capacidades institucionales”, sostuvo el alto mando policial.
Añadió: “hoy seguimos de manera articulada trabajando con todas las instituciones que tenemos la responsabilidad de velar por la tranquilidad de los nortesantandereanos”.
El último adiós al patrullero Francisco Sánchez
Ayer, hacia las 10:00 de la mañana, se llevaron a cabo las honras fúnebres del patrullero Francisco Sánchez Murillo, quien laboraba para la Policía de Tránsito y Transporte y fue asesinado la noche del viernes, en medio de un ataque a bala y explosivos contra el puesto de control que está en la vereda Guayabales, en la vía que conduce a Puerto Santander.
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En la iglesia Cristo Resucitado, de Niza, se dio la misa, donde estuvieron familiares y amigos despidiendo al uniformado, luego el féretro fue llevado a uno de los cementerios de Los Patios.
Hasta el cierre de esta edición las autoridades no tenían claro qué grupo armado ilegal cometió el atentado, sin embargo, fuentes extraoficiales señalaron que muy posiblemente habría sido el Eln.
En una reciente entrevista con el comandante de la Mecuc, este señaló que, “no tenemos claridad en este momento, pero en la investigación se están siguiendo unas líneas para comenzar a descartar, ustedes saben que somos muy profesionales y a medida que vayan saliendo evidencias, la gente las va conociendo”.