En un 70 por ciento ha disminuido el flujo de turistas hacia el área Natural Única de los Estoraques ubicada en el municipio de La Playa de Belén ante el cierre del corredor vial Ocaña-Cúcuta por la avalancha registrada hace 70 días en la vereda El Tarrita, jurisdicción de Ábrego en el Norte de Santander.
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Desde el colapso de la carretera se ha registrado una drástica disminución en la afluencia de los visitantes a los senderos ecológicos, manifestó el promotor turístico Campo Elías Pacheco Rueda, quien reclamó celeridad en la instalación de los puentes metálicos para mitigar la emergencia vial.
La dificultad del acceso por el sector de El Tarrita ha llevado a que muchas reconsideren sus planes y eviten el viaje hasta la provincia de Ocaña y cambien el destino, agregó.
El largo trayecto para llegar a la zona o los trasbordos que se deben realizar para acceder al municipio, han desacelerado ese renglón de la economía movida por aquellos que buscan explorar las formaciones geológicas únicas y la biodiversidad que caracteriza a este pueblo declarado Patrimonio Cultural de Interés Nacional.
La disminución en el turismo no solo afecta a los visitantes, sino que también tiene un impacto económico en las familias locales que dependen directamente de los ingresos generados por la industria sin chimenea.
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Es una cadena donde participan artesanos, vendedores ambulantes, guías turísticos y propietarios de pequeños negocios quienes han experimentado una recesión en los ingresos, lo que pone en riesgo su sustento y la estabilidad financiera de sus hogares, reiteró Pacheco.
Profunda crisis económica
De acuerdo a datos suministrados por el Punto de Información Turística a La Playa de Belén llega un promedio de 12.800 visitantes para apreciar los atractivos turísticos.
Por razones de orden público y el taponamiento de la carretera las cifras han disminuido ostensiblemente afectando los distintos gremios como el transportador, hotelero y artístico de la región.
La representante del sector hotelero, Piedad Lucía Lemus Castilla, manifestó que el impacto es bastante grande. “De acuerdo a los cálculos, en el mes de julio se redujo en un 87 por ciento y no encontramos alivios tributarios por parte del Estado. En las mesas técnicas se planteó la posibilidad de condonar los impuestos debido a la calamidad pública y no hemos obtenido respuesta”.
A estas alturas cuando se aproxima la celebración de las fiestas patronales de la Virgen de las Gracias de Torcoroma, los clientes no han hecho reservaciones y es un mal indicador, ante la profunda crisis económicas.
Indica que en otras temporadas las habitaciones estaban agotadas y se respiraba esa dinámica comercial.
Los comerciantes de la región reclaman el apoyo de los entes gubernamentales para enfrentar la crisis que se ha incrementado a raíz de las alteraciones del orden público, ya que espanta a los viajeros.
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“Muchos propietarios de establecimientos han despedido a los empleados, pues no aguantan más la recesión económica y los puentes provisionales nada que aparecen para remediar en parte la situación”, asegura Asís Gómez Márquez de la plaza de mercado de Ocaña.
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