La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Región
Soldados mutilados siguen dando la batalla
Los precios de sus productos se convierten en donaciones, que van desde $5.000 hasta $30.000.
Authored by
Image
Hugo González Correa
Sábado, 8 de Octubre de 2016

A Francisco, Jorge, Felson, Luis Alberto y Luis Albenis los une la tragedia de haber caído en un campo minado como miembros del Ejército. Por fatal coincidencia, cuatro de ellos quedaron mutilados de la pierna derecha.

Estos cinco soldados, que  integraron diferentes unidades militares en el país, no han perdido la batalla y armados de valor y constancia pretenden seguir en la lucha, sin desfallecer ante los  obstáculos que la vida ponga en su camino.

Por ello, Francisco, quien en 1997 fue herido en un combate en Arauca que afectó su columna y movimientos, buscó a Luis Alberto, quien cayó en un campo minado en Ocaña, mientras escoltaba maquinaria de Ecopetrol, en 2006.

Ambos idearon la Fundación Caicomba para convocar a filas a todos los compañeros en la ciudad que sobreviven con la pensión mínima del Estado, ante la dificultad para emplearse.

Al llamado acudieron  Jorge, quien en 2006 cayó en un campo minado en Hacarí; Felson, quien en 2002 fue víctima de una mina antipersonal en Puerto Mutatá (Córdoba), y Luis Albenis, quien en 2005 corrió la misma suerte en Samaniego (Nariño). Todos ellos, se conocieron en las terapias de recuperación, en Bogotá. 

En febrero de este año crearon la  Fundación con la misión de promover proyectos de desarrollo y acción social que destaquen las habilidades de los heridos por el conflicto y de esta manera se conviertan en ciudadanos productivos. 

La echaron a andar

Según Francisco, la principal idea de la Fundación es crear una fuente de empleo, para todos los soldados mutilados por el conflicto armado que quieran ser miembros y tener un ahorro para apoyarse en viajes y cambio de prótesis que requieran traslados o compra de sillas de ruedas.

Fue así que sumando sus esfuerzos, idearon vender llaveros y muñecos en yeso que reflejan su realidad: son piezas con prótesis como las que ellos llevan. Además de otros productos como peluches, manillas o pocillos con su foto.  

“En la Brigada 30 del Ejército, parte de material lo fabrican los soldados detenidos. Ellos nos apoyan y nosotros los apoyamos. Otros productos los estampamos y fabricamos en Cúcuta. Las manillas, que requieren maquinaría especial, la envían desde Bogotá”, señaló Francisco.

Los precios se convierten en donaciones, que van desde $5.000 hasta $30.000. 

“Hemos estado en los centros comerciales, colegios e iglesias ofreciendo nuestros productos. A la gente le llama la atención vernos uniformados y se acerca y nos pregunta por nuestros accidentes. Nos compran mucho e incluso nos piden fotos y nos abraza”, agregó Luis Alberto.

Por ahora, la Fundación Caicomba ha estado en Cúcuta, pero entre sus planes inmediatos está visitar Medellín y otras ciudades llevando sus productos de la mano de sus historias de guerra.

El sueño más anhelado de la Fundación es poner la primera piedra para la construcción de un centro de rehabilitación y recreación autosostenible para los militares mutilados y sus familias en el departamento.

“Nos gustaría que las grandes empresas, la Gobernación de Norte de Santander y la Alcaldía de Cúcuta nos apoyaran y se solidarizaran para hacer realidad nuestros sueños. A nosotros nos pensionan y la gente nos olvida”, agregó Francisco.

Según el programa presidencial para la Acción Integral contra las Minas Antipersonal, al 31 de agosto de 2016, ocho miembros de la Fuerza Pública murieron y 44 salieron heridos por acción de artefactos explosivos. Entre los civiles, 2  murieron y 18 resultaron heridos. 

Cifras que demuestran una considerable reducción en comparación con 2014 cuando 31 miembros de la Fuerza Pública murieron y 156 fueron heridos. Se contaron además 10 civiles muertos  y  95 heridos.  

¿Quienes son Víctimas? 

De acuerdo con la Ley 1448 de 2011, se consideran víctimas aquellas personas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del primero de enero de 1985, como consecuencia de infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las normas internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto armado interno.

De acuerdo con la normativa y jurisprudencia nacional e internacional sobre violaciones de Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario, son víctimas de una Mina Antipersonal (MAP) o Munición Usada sin Explotar (MUSE) aquellas personas de la población civil o miembros de la Fuerza Pública que hayan sufrido perjuicios en su vida, su integridad personal, incluidas lesiones físicas o sicológicas y sufrimiento emocional. 

Así como el menoscabo de sus derechos fundamentales, pérdida financiera o deterioro en sus bienes, como consecuencia de actos u omisiones relacionados con el empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal.

Temas del Día