El 5 de junio se conmemora el día Mundial del Medio Ambiente, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre los cambios ambientales, ya que estos son cada vez más acelerados y negativos para la humanidad. Por ejemplo, este año en abril se registró la quinta marca más baja de hielo desde que se empezó a monitorear hace 44 años, según Copernicus, el programa de observación de la Tierra de la Unión Europea. El cambio climático también ha traído retos a la salud pública y en la actualidad ya nos enfrentamos a consecuencias de todo tipo.
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“El cambio climático nos presenta un fenómeno que no hemos abordado con rigor, la migración climática, y aunque parezca un tema extraño, la agencia de la ONU para los refugiados presenta una cifra alarmante de más de 20 millones de personas que deben abandonar sus tierras debido a eventos climáticos extremos, como son: lluvias inusualmente fuertes, sequías prolongadas, desertificación, huracanes, entre otros”, comenta Camilo José González Martínez, docente del programa de ingeniería ambiental de la Universidad El Bosque, magíster en Gestión Ambiental y candidato a doctor en salud pública.
Es importante mencionar que el desplazamiento ocasionado por el cambio climático no solo hace referencia a las personas, también ha hecho que los mosquitos y otros animales que transmiten enfermedades como la malaria, el dengue, la Leishmaniasis, entre otras, cambien su hábitat.
¿Cuáles son las afectaciones que generan una mala calidad de aire?
Para González Martínez, “el aire que respiramos ha sido modificado por presencia de otros gases contaminantes que son nocivos para la salud. Ciudades como Bogotá, Barranquilla y Medellín presentan alteraciones muy considerables en términos de calidad de aire, este cambio viene sucediendo aceleradamente desde hace 15 años. Estas variaciones tan precipitadas nos imponen un nuevo reto, mayor número de casos de enfermedades respiratorias en las principales ciudades de Colombia”.
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La Organización Panamericana de la Salud (OPS), plantea que los altos niveles de contaminación tienen consigo un alto riesgo de infecciones respiratorias, enfermedades cardiacas, derrames cerebrales y cáncer de pulmón.
Colombia, no es la excepción, la principal preocupación son los altos niveles de material particulado, partículas muy pequeñas que no son visibles como PM 1 y PM 2.5, que presentan un riesgo muy alto de generar enfermedades obstructivas, daños en la parte baja y media del sistema respiratorio, y lo más alarmante alteraciones químicas que pueden llevar a la mortalidad en caso de no contar con un diagnóstico oportuno.