El ministro de Defensa venezolano condenó el martes el uso desproporcionado de la fuerza en el control de manifestaciones y afirmó que no quiere ver a otro efectivo de la Guardia Nacional cometiendo atrocidades cuando salen a las calles con la misión de restaurar el orden.
"No quiero ver un Guardia Nacional más cometiendo una atrocidad en la calle", dijo el general en jefe, Vladimir Padrino López, durante su participación en un conversatorio en el Fuerte Tiuna de Caracas, la mayor instalación militar de este país sudamericano. Padrino López afirmó que aquellos funcionarios que incurran en excesos deberán atenerse a las consecuencias y le recordó a los militares presentes en el acto que el Estado prioriza el respeto a los derechos humanos.
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"El que se aparte de la línea de Estado, de la preeminencia de los derechos humanos, del respeto a los derechos humanos y que se comporte no como un profesional, entonces tiene que asumir su responsabilidad", expresó Padrino López.
Los comentarios del ministro, que en semanas recientes había defendido la actuación de la Guardia Nacional, se produjeron un día después que líderes opositores y manifestantes acusaran a la Guardia Nacional de repeler violentamente las protestas en contra del presidente Nicolás Maduro, cometer actos vandálicos en varias localidades del país e incluso "robar" las pertenencias de manifestantes y miembros de la prensa durante las protestas del lunes en Caracas. Muchas de esas acusaciones fueron apoyadas mediante la difusión de vídeos a través de las redes sociales.
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Padrino López agregó, sin dar más detalles, que en las ocasiones en que los efectivos de la Fuerza Armada se han visto involucrados en el uso excesivo de la fuerza, "el Estado ha aplicado las medidas pertinentes".
Líderes opositores y organizaciones humanitarias locales y extranjeras han acusado a los cuerpos de seguridad venezolanos de cometer excesos durante las protestas que desde finales de marzo se registran casi a diario en el país y que han dejado al menos 65 muertos y 1.276 heridos, según cifras de la Fiscalía General.
Los manifestantes sostienen que el gobierno de Maduro rápidamente se está transformando en un régimen autoritario. La popularidad del mandatario viene en descenso afectada en buena medida por una inflación de tres dígitos, el aumento de la criminalidad y una escasez generalizada de productos básicos.