El presidente Gustavo Petro confirmó que Nicolás Maduro se convirtió en su nuevo ‘mejor amigo’ en el contexto diplomático, o al menos así lo dejó en evidencia este jueves con su tercera visita oficial a Venezuela. Con esta, Petro ya suma cuatro reuniones con su homólogo venezolano en solo cuatro meses, y tras bambanilas en esta relación hay muchos más intereses que simples acuerdos comerciales.
Pese a que en la campaña presidencial de 2022 Petro trató de desligarse de todo lo que tuviera que ver con Maduro, e incluso lo llamó dictador en la contienda de 2018, ahora que está en el poder la situación es otra. El Jefe de Estado ha demostrado que tiene un obsesivo interés por sentarse con el mandatario de Venezuela y lo ha dejado claro con el giro de 180 grados que le dio a la relación entre ambos países.
Colombia pasó de tener una postura que buscaba aislar al régimen de Venezuela del resto del mundo en el gobierno de Iván Duque, a buscar, ahora con Petro al mando, que otras naciones de la región reconozcan a Maduro y su Gobierno, y le ha dado prioridad en su agenda al sostener con él un promedio de una reunión mensual desde noviembre de 2022.
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Petro le abre puertas a Maduro
En su primer encuentro oficial, el 1 de noviembre de 2022 en la ciudad de Caracas, Petro le tendió la mano a Maduro para tratar de hacer que recuperara reconocimiento en la región y dejó este plan en evidencia al pedirle a países como Chile, Bolivia, Perú y Ecuador que contemplen la posibilidad de que Venezuela se reintegre a la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Una semana después de este llamado, Maduro decidió participar en la 27 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, realizada en Egipto, tras años de ausencia en cumbres internacionales, y además de aparecer en la foto oficial, aprovechó esta vitrina para conversar con líderes como Emmanuel Macron, presidente francés.
“Excelente apretón de manos con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en el marco de la COP27, que es sin duda un punto de encuentro entre los gobiernos y países del mundo”, señaló Maduro.
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A esto se le suma que días después, Petro tuvo un papel protagonista en el restablecimiento de los diálogos entre el chavismo y la oposición venezolana, incluso siendo el que reveló el 23 de noviembre la primicia de las nuevas conversaciones. “Este 25 y 26 de noviembre se reinician los dialogos entre el gobierno de Maduro y la oposición venezolana”, dijo en Twitter.
Busca protagonismo regional
Petro ha asumido riesgos con esta aparente estrecha amistad con Maduro, ya que ha tenido que hilar delgado para relacionarse y reunirse de una forma tan constante con un dirigente político al que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos ve como un dictador acusado de narcotráfico, y por quien mantiene vigente una recompensa de hasta 15 millones de dólares.
Esta amistad ha generado escepticismo en Estados Unidos al punto en el que a comienzos de esta semana Armado Benedetti, embajador en Venezuela, fue a Washington y se reunió en privado con funcionarios de la Casa Blanca y del Congreso de ese país para explicarles el porqué Colombia está mostrando vínculos tan estrechos con Maduro.
Al respecto, el diplomático colombiano señaló la defensa de los derechos de los colombianos que viven en el vecino país, así como los intereses comerciales de ambas naciones. ”En Venezuela hay 5 millones de colombianos y en la frontera hay 5 millones de familias quebradas“, defendió Benedetti.
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Pese a este arriesgado terreno que está pisando, Petro ha defendido que el intercambio comercial entre Colombia y Venezuela aumentó a 600 millones de dólares en 2022, pero más allá de estos resultados, sus intereses están más orientados a la unión de la izquierda latinoamericana.
Uno de los frentes con los que buscaría lograrlo es reviviendo el Pacto Andino, un anhelo que Petro expresó en su visita a Perú en agosto. “Debemos ser más poderosos, juntar más voces. Las solicitudes de Chile y Venezuela deben ser tenidas en cuenta. Volver al primer escenario de la comunidad andina cuando ellos integraban este instrumento”, dijo el Mandatario.
Con este plan de reintegración y su papel de mediador en los diálogos, Petro ha demostrado su interés por sobresalir como líder de izquierda en la región, aunque esto le implique codearse una vez al mes con Maduro, a quien más de 50 países de la ONU desconocen como presidente legítimo de Venezuela.
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