Es tema que tuvo poca cobertura en los medios nacionales, pero que, por su trascendencia, puede llegar a tener importantes implicaciones para nuestra economía.
La semana pasada, el gobierno chino anunció que no se encontraba interesado en seguir adquiriendo bonos de deuda del tesoro de los Estados Unidos, lo que supone que uno de los los principales prestamistas del Tío Sam, con quien actualmente los EE.UU tienen una deuda que supera el trillón de dólares, tiene algún nivel de duda en relación con la solidez de este tipo de notas.
La incertidumbre que genera en el mercado esta decisión explica en parte por qué la tasa oficial del dólar en los últimos días ha venido cayendo en valor. De hecho, el dólar en Colombia cerró a la baja el pasado viernes en valores que no se veían desde hace un buen tiempo.
La suspensión de la adquisición de los bonos de la deuda soberana estadounidense supone que el Gobierno chino no tiene la misma confianza en la solidez del dólar. Es decir, no la ve como un refugio seguro para que sus recursos mantengan su valor.
Por lo anterior, no nos sorprendería que dentro de poco China iniciara un programa de venta gradual de los títulos de deuda de los EE.UU que actualmente tiene. Si es por falta de confianza en esa divisa, como se teme, va a tener una fuerte motivación para vender los activos que actualmente posee y que están denominados en dólares. No lo hará de manera inmediata pues esto supondría una devaluación abrupta del dólar y con ello precipitaría la devaluación de sus inversiones.
Esta movida se explica en que China prevé la caída del dólar en un futuro cercano. El hecho que China sea el principal consumidor de petróleo hoy en día la pone en una posición en la que puede exigir a los países productores recibir como moneda de pago el yuan en lugar del dólar. Moneda que, a diferencia del dólar, sí está respaldada en oro. Es sólo cuestión de tiempo para que países como Arabia Saudita también empiecen a aceptar esta divisa como medio de pago.
Para la década de los 70, del siglo XX, los EE.UU lograron que Arabia Saudita aceptara el dólar estadounidense como moneda de pago por sus exportaciones petroleras, hecho que le permitió abandonar el patrón oro en su moneda y le dio una autorización abierta para emitir los dólares que quisiera.
En el pasado, Libia e Irak habían sugerido cambiar la divisa de pago de las exportaciones petroleras. Hecho que motivó en su momento el cambio forzado de sus gobiernos. Con China, la situación es diferente; China tiene la capacidad política y militar para defenderse de cualquier ataque extranjero.
Esto obviamente puede generar grandes impactos en una economía como la colombiana donde la mayor parte de las reservas internacionales están denominadas en dólares. Igualmente, para nuestros lectores que tienen ahorros en dólares, tendría implicaciones importantes en relación con el valor de su ahorro. De manera que tanto para el Banco de la República como para nuestros lectores, valdría la pena pensar en diversificar un poco la divisa en la que tienen su ahorro.