La frondosa tormenta extradeportiva que vive el Cúcuta Deportivo sigue estando latente a la espera de la llegada de un gerente liquidador, que será delegado por la Superintendencia de Sociedades para que tome las riendas del club.
Por ahora, el motilón que no podrá jugar hasta la llegada del liquidador, y los jugadores están en vilo sobre si podran ejercer o no su trabajo en el resto del año.
El plantel, que en estos momentos se encuentra en Armenia, denunció ayer que no estaban pagos el hotel, ni tenían tiquetes de regreso.
A esto, la Dimayor se hizo cargo con los gastos del equipo. También, Oscar Montes Ararat, director del Instituto Municipal para la Recreación y el Deportes (IMRD), se organizó junto a unos empresarios de la ciudad para aportarle a delegación viajera.
“Recogimos recursos con unos empresarios de la ciudad para pagar un tema de transporte allá y el alojamiento acá de dos miembros de la nómina viajera, quienes al llegar a Cúcuta no tienen donde hospedarse”, le afirmó a La Opinión el director.
En referencia a la incertidumbre que vivieron los jugadores ayer, Montes expresó que fue una canallada.
“Lo de Cadena (expresidente del Cúcuta) fue una canallada. ¿Cómo es posible dejarlos sin con qué venirse? ¿Cuándo iban a pagar el hotel? Todos esos gastos corrían por el equipo y tuvieron que dejarlos con anticipación”, reclamó.
Asimismo fue enfático en que por moral y éticamente, existen implicaciones para no dejar a los jugadores en ese estado.
“La dirigencia tenía una desorganización gigante y la Dimayor debe penalizar a Cadena por eso, que no se comprometa la ficha. Si hay un responsable para alguna sanción debe ser Cadena”, subrayó Montes Ararat.
En este momento, el plantel se encuentra en la capital del Quindío a la espera de su regreso, que se efectuará en la jornada de la tarde. Es necesario recordar que a los jugadores se les quedó debiendo sus salarios de los meses de septiembre y octubre.