María del Rosario Ramírez, de 87 años, vive rodeada de gatos callejeros y miles y miles de objetos, que a simple vista, son inservibles, pero que para ella tienen un valor que le impide deshacerse de ellos. La anciana, que vive en La Libertad, sufre de acumulación compulsiva, enfermedad también conocida como el Síndrome de Diógenes, que no es más que la obsesión por acumular.
Entrar a la vivienda número 19-10, de la calle 10 en Vallesther, da miedo y asco. Son cientos de cachivaches y objetos sin valor que se han convertido en montañas de basura y que hoy tienen a María del Rosario sin un colchón donde dormir. Descansa encima de peluches viejos y cobijas sucias.
Cuando le preguntan por la casa, no titubea al decir que se la dejó “el marido Víctor, el papa de las cinco‘peladas’”.
María del Rosario es oriunda de Bochalema, pero muy joven llegó a La Libertad, cuando todo era monte y nadie había puestos sus ojos en este lugar. Quedó viuda hace muchos años, tantos, que ni recuerda cuándo. Tiene una hija en España, un hijo en San Cristóbal (Venezuela), y otra más que vive cerca, y es la que le envía comida; de las demás, poco habla.
Vivía con su hermano Luis Francisco Ramírez, pero hace dos días funcionarios de la oficina de Bienestar Social de la Alcaldía se lo llevaron, tras encontrarlo en condiciones deplorables.
“Lo bañamos, lo vestimos y lo llevamos al hospital, donde recibió atención médica. Ahora mismo está en un hogar de paso para el adulto mayor en Atalaya”, dijo Alexander Guarín, funcionario de ese despacho.
¡Qué difícil fue limpiar! Este viernes, funcionarios de Bienestar Social, el grupo de gestores cívico juveniles de la estación de Policía de La Libertad, la junta de Acción Comunal y trabajadores de Veolia, se le midieron a una primera jornada para limpiar la casa de María del Rosario. Ella aceptó la limpieza, pero una de sus hijas se la llevó a su casa mientras sacaban la inmensa cantidad de objetos para evitar que se sintiera mal.
Tras la limpieza, la Secretaría de Salud, junto con Bienestar Social, acompañarán sicológicamente a María del Rosario para poder controlar su enfermedad.