Cualquier colombiano que haga memoria estará de acuerdo con que el año 1995 no fue fácil para el país. Fueron 12 meses llenos de incertidumbre política, social y económica. 

Se polarizó el país por el contenido de unos casetes y la violencia en distintas regiones, incluso en las capitales, era noticia diaria. 

En contraste, también fue el año de nacimiento de hitos nacionales como Rock al Parque en Bogotá y la puesta en funcionamiento de la primera línea del Metro en Medellín. 

Un país de contrastes al que Makro llegó con la convicción de que siempre existen razones para creer, tanto por sus grandes logros y oportunidades como, y ante todo, por su gente.

Y así fue que el 15 de noviembre de 1995 la empresa abrió su primera tienda, un espacio de 17.000 metros cuadrados, en la Autopista Sur con transversal 46 de Bogotá.

“Fue un año de construcción y adecuación para abrir ese día. Significaba una gran apuesta por el mercado de Latinoamérica, en la que Colombia iba a ser una de nuestras puntas de lanza para quedarnos y expandirnos. Desde un principio fue convicción de que el país tenía futuro y una muestra del compromiso que siempre nos caracteriza, no solo como una marca, sino como un actor social y económico, responsable de su entorno y de crear un ecosistema de desarrollo con impacto social”, afirmó Arnoud van Wingerde, CEO de Makro Colombia.

En este 2020, se ha vivido un año de incertidumbre y zozobra global al que Colombia no escapa y, como desde hace 25 años, Makro sigue firme en el país, ahora celebrando un aniversario especial: un cuarto de siglo en un año desafiante, ante el que la compañía ha respondido con un completo plan de operación y expansión que le ha permitido seguir confirmando su fe en los colombianos y su compromiso con el desarrollo del país; cierra su ciclo de inversión de los últimos tres años por más de $400 mil millones, con nuevas tiendas en varias partes del país, una oferta basada en un 97% de proveedores nacionales y cerca de 1.800 empleos generados y sostenidos en este año. 

Sin pasaporte y en línea

Dentro del marco de la celebración en Makro, ya no es necesario el pasaporte para comprar en las tiendas. Si bien esta es una medida que se tomó desde hace meses, se quiere hacer énfasis en la desaparición del pasaporte, pues muchos interesados en las buenas ofertas y precios de la tienda pensaban que no iban a poder acceder a estas por no contar con ese requisito.

“Ya no hay necesidad de pasaporte, cualquier persona puede ir a una tienda Makro y disfrutar de las promociones constantes que tenemos. O adquirir en línea y recoger en la tienda, sin ningún requisito. Esperamos que esto haga posible que más personas puedan disfrutar de ofertas diferentes cada semana”, reiteró el CEO de la compañía.

Explicó que esta eliminación del pasaporte añade el concepto de compra individual, de pequeña compra, desde una unidad, con el fin de que las familias colombianas afiancen más su relación con Makro. 

De otro lado, esta novedad se fortalece con su proyecto de transformación digital, que tiene como eje mejorar la experiencia del cliente, respondiendo así a sus necesidades de bioseguridad y distanciamiento. 

Para esto, ha llevado a una vitrina en línea cerca de 5.000 referencias, con disposición de entrega en 22 tiendas en 16 ciudades del país, que funcionan bajo la modalidad de “Escoja en línea y recoja en tienda”.

En lo que respecta al despliegue del plan de entrega de productos, se encuentra alineado con todas las recomendaciones de la OMS y el Ministerio de Salud, pero también, con un riguroso plan de bioseguridad que han diseñado para que la experiencia de compra sea realmente segura. 

Así mismo, lanzó el formato Urban Market, que inauguró en Barranquilla y expandirá por el país, como una manera de ofrecer espacios de compra más ágiles, bioseguros, alegres y de fácil recorrido, justo para compradores con necesidades más individuales o con el tiempo justo para mercar. 

Compromiso medioambiental y social

Ocho tiendas cuentan con un reconocimiento LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental), el cual busca reducir el consumo de energía y agua, así como la disminución de la generación de residuos. 

Una apuesta corporativa al relacionamiento consciente y respetuoso con su entorno que se traduzca en un impacto positivo para toda la comunidad que acoge a sus tiendas. 

De esta forma, Makro está construyendo una propuesta de valor del país, que, en sus 25 años de servicio en Colombia, se adapta a las necesidades del mercado.

Con información de Makro