A nivel social, la paridad está siendo uno de los temas más fuertes en la agenda de género. Una muestra de esto, es la promulgación de leyes de igualdad que son presentadas constantemente, incluso en escenarios como el gobierno.
Así como en el Congreso, trabajadoras y trabajadores de Latinoamérica se toman cada vez más en serio este tema, valorando mucho más a las compañías que tienen políticas de género integradas, versus las que no.
¿Qué se dice acerca de esto? Según un estudio realizado por la plataforma de reclutamiento The Bonding, el 69% de las y los candidatos laborales de Latinoamérica estiman de gran importancia un balance equitativo entre hombres y mujeres en altos cargos a la hora de aplicar a un puesto de trabajo.
En Colombia, la cifra alcanza un 66%, en tanto, superado por Chile, Argentina y Perú con un 70%, 72% y 79% respectivamente.
Sin embargo, pese a la preferencia de los solicitantes, los encuestados señalaron que las empresas en las que trabajan o han trabajado no consideran relevante contar con pilares estratégicos dentro de su organización que apunten a disminuir la brecha de género y propicien un ambiente más equitativo, en cargos de liderazgo, dentro de su plana organizacional.
En este sentido, los datos de The Bonding apuntan a que a nivel regional, el 66% de las compañías muestra no tener medidas estratégicas que equiparen la presencia de hombres y mujeres en cargos de primera línea.
En el detalle particular de cada país, la percepción en Colombia señala que el 37% de las empresas cuenta con políticas que propongan una avance en este tema. En Chile, un 31% y en Argentina un 35% incorpora en su estrategia la integración de mujeres a cargos altos.
El caso de Perú es el que más llama la atención, porque la cantidad de firmas que toman medidas versus las que son indiferentes es muy cercana, siendo casi mitad y mitad. (52% no y 48% sí), lo que además acorta la brecha entre lo que espera el o la postulante y lo que ofrece la empresa.
Según Joaquín Jiménez, director de The Bonding, “Perú posee muchas empresas que nacieron en un periodo en que la temática de género está en el tapete, donde se discuten temas como la paridad de género, igualdad de salarios, lo que implica que al momento de crear la empresa y en el desarrollo de su cultura estos sean temas considerados y zanjados dentro de la realidad corporativa. No así en países como Colombia y Chile que tuvieron un desarrollo económico anterior en el que las temáticas de género no eran conocidas ni valoradas”.
Además, el especialista agrega que “ese contexto influyó en la cultura de esa empresa y hoy, por más que sea un punto relevante, cambiar esta cultura y las políticas de las compañías toman tiempo, lo que explica la brecha entre lo que se aspira y la realidad de la empresa”.
Actualmente, las compañías de la región están sumándose a la tendencia mundial de modificar su estrategia y trabajar por una equidad de género dentro de su cultura empresarial, tomando medidas que aceleran la participación femenina en puestos altos.
“En empresas multinacionales, se ha establecido un KPI de participación femenina, que va ligado a los bonos de los Gerentes Generales, con eso se favorece la contratación y es un golpe fuerte cuando se va alguna ejecutiva de primera línea”, señala el ejecutivo.
En cuanto a los beneficios de trabajar por una paridad de género en la plana mayor de la estructura organizacional, Jiménez concluye que, “una representatividad de un 50% y 50% dentro de cargos de liderazgo propicia la toma de mejores decisiones de negocios, lo que repercute positivamente en los resultados a largo plazo”.