Nancy Omaña, cucuteña de 54 años, salió molesta el viernes de un supermercado del centro de Cúcuta porque no le permitieron comprar más de una paca de harina.
“Como llegué acompañada al supermercado, solo nos venden una harina por los dos. ¿Qué es eso? O sea, ¿tengo que fingir que no conozco a mi amigo para que a él también le vendan una harina? ¡Es una falta de respeto!”, dijo Omaña al salir de un supermercado ubicado en plena esquina de la avenida 6 con calle 7.
Así como Omaña, colombianos y venezolanos se paseaban el fin de semana por los supermercados de Cúcuta para lograr llevar varios productos, entre ellos la harina de maíz y de trigo, productos que están altamente demandados en la ciudad.
Q’hubo visitó cinco supermercados de Cúcuta, incluyendo dos de cadena nacional, y en todos encontró restricciones para adquirir algunos productos.
“Las harinas no se venden por fargo”, “4 harinas por mercado superior a $50.000”, “Harina de trigo, 2 por mercado”, “Con tres o cuatro artículos, 1 harina”, “La harina no se vende sola”, son algunos de los mensajes escritos en algunos supermercados.
Fenalco aseguró que pretende frenar la compra de acaparadores. (Foto Mario Caicedo/La Opinión)
Hay escasez
Gladys Navarro, directora regional de Fenalco, explicó las razones por las cuales hay restricciones para la compra de productos.
“En Colombia hay escasez de harina de maíz y harina de trigo porque algunas empresas están enviando directamente estos productos a Venezuela, y eso ha hecho que las industrias estén limitando los despachos. No es que tengamos un desabastecimiento, lo que estamos haciendo es limitar la cantidad que se estaba vendiendo porque encontramos acaparadores comprando bultos para vender a un mayor precio en Venezuela, y eso no lo podemos permitir porque están distorsionando el mercado”, dijo Navarro.
Y añadió: “Nosotros funcionamos como una liga del consumidor y tenemos el compromiso de defender los intereses de los consumidores.
Precisamente, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) estará en la ciudad el 17 de mayo para tratar temas de metodología, que no es otra cosa que evaluar cómo se debe garantizar la medida y el precio justo de los productos de la canasta básica”.
Los venezolanos que llegan a comprar pequeñas cantidades, consideran que su viaje no se justifica
para llevar una sola harina.(Foto Mario Caicedo / La Opinión)
Restricciones voluntarias
Para Francisco Unda, gerente territorial de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Andi, las restricciones en los supermercados son voluntarias.
“Las restricciones de tres o cuatro productos de la canasta básica son voluntarias por parte de los supermercados, que atendiendo el llamado de la ciudadanía local, lo que pretenden es proteger al comprador cucuteño o venezolano frecuente que es su cliente fijo”, dijo Unda.
Y aseguró que la escasez obedece también a la gran venta de harina que las industrias nacionales están haciendo a Venezuela.
“El aumento de la demanda de productos de primera necesidad está impactando el mercado local, porque se está enviando mucha más harina (a Venezuela) a través de exportaciones formales o informales y esto lo que muestra es que vamos a tener un déficit de harina en Colombia.
Si la demanda se estabiliza, los establecimientos normalizarán; pero lo que sucede es que el aumento en la demanda es muy grande porque en Venezuela ya no se consiguen estos productos de consumo, así que probablemente tendremos esa presión por un buen tiempo en Colombia”, comentó Unda, quien finalizó diciendo que “no debería haber una visión negativa del proceso. Estamos vendiendo más y eso es relativamente bueno”.
Los compradores opinaron
Jennifer Parra, compradora venezolana
"Nos venden solo una harina pan y una harina de trigo. Eso es fuerte porque vengo desde el estado Barinas (Venezuela) y encontrarme con que debo ir a varios supermercados para que el viaje valga la pena, no es algo que esperaba encontrar. Deberían ser más solidarios con nosotros”.
Moisés Guevara, comprador colombiano
"Vamos a los supermercados y ya no hay harina de arepa, va uno a comprar y los precios los han aumentado muchísimo en todos lados, así sea en la tienda del barrio. En unos lugares nos piden compra de mercado de hasta 200 mil pesos para dos bolsas de harina. La verdad, estamos saturados de venezolanos y lo que pedimos es que controlen esto porque esto ya parece otra Venezuela”.
Nancy Omaña, compradora colombiana
"Los supermercados son una grosería con los colombianos. Estamos acostumbrados a que nos vendan lo que sea, pero ahora no, porque para llevar una harina debo comprar mercado, ¿cuándo en Colombia se había visto eso? Con mi plata yo puedo comprar lo que sea, no puede ser que nos hagan aguantarnos colas inmensas por una sola harina. Los que venden hallacas entonces qué, cómo van a hacer. ¡Qué humillación!”.
Thais Beltrán, compradora venezolana
Por redes sociales ya sabíamos que había escasez de harina porque muchos la llevan de acá (Cúcuta) para San Cristóbal (Venezuela) y allá la venden en 4 mil pesos. Muchos abusan, por eso será que nos están regulando la compra. Sin embargo, deberían saber que no son todos, a muchos nos toca venir desde muy lejos cada mes para dejar la plata acá”.
Maryuri Yendez, compradora venezolana
Dos días de viaje me toma venir a Cúcuta, desde Cumaná en Venezuela, y llegar para llevar una harina, no se justifica; me toca ir de local en local para conseguir 10 artículos de los que necesito”.