El gran interrogante que hoy tienen las autoridades judiciales sobre el homicidio de Keibyn Enrique Machado Buenaño es saber ¿por qué se dio?, pues hasta el cierre de esta edición ni familiares ni la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) tenían claro qué había detrás de este crimen.

“La verdad, no tenemos claridad sobre este hecho. La familia nos dijo que el joven no tenía ni problemas ni amenazas y verificando en el sistema de antecedentes tampoco le encontramos nada. Es algo muy confuso”, aseguró el coronel William Quintero, comandante de la Mecuc.

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El oficial añadió por eso “un grupo de investigadores de la Sijín se encuentra trabajando en este caso, pues no permitiremos que esto quede impune y más aún, cuando sería una persona sana”.

Las autoridades también conocieron que desde hace algún tiempo Machado Buenaño laboraba en una zapatería y que era una persona muy tranquila, que no se metía con nadie.

Por eso, los investigadores judiciales están analizando algunas cámaras de seguridad que hay por la zona donde se presentó el asesinato, para tratar de identificar a los homicidas.

Cómo ocurrió el homicidio

Se conoció que el sábado, hacia las 2:30 de la tarde, Keibyn Enrique Machado salió de su casa y se sentó en la gradería de la cancha de microfútbol ‘El Hueco’, ubicada en la avenida 21A con calle 10, del barrio Cundinamarca, cuando tres hombres en dos motos llegaron a ese sitio.

Una de los desconocidos se bajó de la motocicleta, sacó un arma y le propinó un solo disparo a Keibyn Machado, de 22 años, tras cometer el hecho, el pistolero regreso al vehículo y con sus cómplices huyeron rápidamente del lugar.

Un testigo señaló que el asesino y sus compinches bajaron, buscando la Transversal 17, por donde se escaparon tranquilamente.

Cuando la Policía fue alertada de lo sucedido, de inmediato envió al sitio varias patrullas, pero los uniformados ya no podían auxiliar a la víctima, pues falleció inmediatamente.

Aunque los policías conocieron las características de las motos y reportaron por el radio de comunicaciones para que sus compañeros hicieran un ‘Plan Candado’, nadie volvió a ver al homicida y sus cómplices.

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Las unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección técnica a cadáver y de la verificación de la escena.

Momentos de drama

Como Keibyn Enrique Machado Buenaño vivía muy cerca de donde lo mataron, sus familiares llegaron rápidamente a verificar si era cierto la trágica noticia que le dieron algunos conocidos.

Al verlo tendido en el suelo, sin señales de vida y con una pequeña mancha de sangre, comenzaron a llorar y a pedir que alguien les explicara por qué lo habían asesinado, pero nadie les daba alguna razón.

Fue un momento de mucho dolor para los familiares de la víctima, pues tampoco tenían una respuesta clara de las autoridades.

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