Renacer de las cenizas
Los tenderos en Ocaña atraviesan una situación difícil ante la encrucijada post pandemia del Covid 19, los paros, la inseguridad y el cierre de la carretera hacia la capital.
En el marco del programa ‘Mi tienda’, liderado por la Cámara de Comercio de Ocaña llama poderosamente la atención el panorama desolador de esos pequeños negocios.
En su mayoría, manifiestan que los altos costos de los productos afectan significativamente la comercialización. “Algunos compradores no adquieren los artículos de la canasta familiar y se están dañando, lo que genera grandes pérdidas económicas”, apunta la señora María Luisa Vergel una tendera del sector de Simón Bolívar.
“Ahí voy con el negocio vendo de cada cosa un poquito, no me ha ido muy bien porque todo está caro, siempre compro por kilo y para complacer la clientela ofrezco al menudeo el azúcar, arroz y fríjol. Los bananos tuve que regalarlos porque se maduraron rápido”, exclamó.
En otros sectores el panorama es el mismo, las ganancias no superan el 5 por ciento, los arriendos y servicios están por las nubes, también denunciaron el asedio de los ladrones.
Eduardo Barbosa Durán comerciante residente en el barrio de Camilo Torres indicó que en este momento tiene un autoservicio en el barrio IV Centenario, pero la situación es bastante difícil.
“Cada día los productos de la canasta familiar suben más y la rentabilidad es menos. El arroz, la carne, el pollo y las verduras dejan un 5 y 10 por ciento, existe mucha inseguridad, necesitamos el acompañamiento de las autoridades competentes”, reiteró.