El recorte al presupuesto nacional anunciado hace una semana por el Ministerio de Hacienda tendrá un impacto directo en el desarrollo del principal programa de vivienda implementado por el presidente Juan Manuel Santos.

En este segundo período de mandato las cuentas del Estado, afectadas por la caída del precio del petróleo y la devaluación del peso frente al dólar, no permitirán que el primer Mandatario cumpla con la promesa de 100.000 nuevas viviendas gratis.

El viceministro de Vivienda, Guillermo Herrera, de visita en Cúcuta, aseguró que solo se podrán entregar entre el 40% y el 50% de la segunda fase del programa de Vivienda de Interés Prioritario (VIP).

“Estos momentos de estrechez fiscal nos obligan a usar de manera más eficiente los recursos para generar empleos e ingresos”. En este sentido, el funcionario señaló que las VIP, a pesar de ser el programa estrella del Gobierno, tienen un costo alto y no son tan eficientes en materia de inversión.

En este panorama, Norte de Santander, que durante la primera fase de las viviendas gratis logró concretar 4.136 estructuras, llegaría a un máximo de 1.700 unidades habitacionales en esta segunda fase. En total se presentaron 16 proyectos que están siendo evaluados.

En el segundo periodo de las VIP, teniendo en cuenta las previsiones económicas, el esfuerzo del Gobierno Nacional estaría encaminado redistribuir los recursos de una manera más eficiente para llegar a una mayor cantidad de municipios.

En el departamento algunas de las poblaciones que tienen proyectos presentados son Cácota, Cucutilla, Durania, Mutiscua, Pamplonita, Salazar, Santiago, Silos, Toledo, Labateca. El viceministro aseguró que esta etapa se va a trabajar con los municipios más débiles, es decir, que poblaciones centrales, como la de Cúcuta, ya no pueden aspirar a la segunda ola de las VIP.

Precisamente, Cúcuta fue la mayor beneficiada en Norte de Santander con la primera parte de las viviendas gratis, al recibir cerca de 3.200 casas.

A pesar del recorte y el posible no cumplimiento de la meta, el funcionario dijo que gracias a los programas implementados, el déficit de vivienda urbana pasó de un millón de unidades a 700.000 aproximadamente.

Además, de acuerdo a los resultados de una estudio piloto, se pudo determinar que el 44% de las familias beneficiarias del programa de casas gratis vivían en hacinamiento, el 40% no tenían materiales adecuados para la vivienda o pisos en tierra, el 14% tuvo por primera vez una fuente de agua potable y el 22% dejaba de comer una o más veces al mes para pagar servicios públicos o el arriendo.

Experiencia VIP

Ante los diferentes problemas de convivencia que se han presentado entre los beneficiarios del programa de vivienda gratuita, Herrera aseguró que estos inconvenientes estaban  previstos y para ello hay todo un plan de acompañamiento.

Entre las iniciativas planteadas para el desarrollo comunitario, a través del Departamento de Prosperidad Social (DPS), las familias en su totalidad se van a vincular a la Red Unidos, lo que les permitirá acceder a todos los programas del Gobierno Nacional para la superación de la pobreza.  “En los próximos meses se van a entregar los primeros planes de acompañamiento comunitario”, señaló.

Para este año, una de las estrategias planteadas por el Ministerio de Vivienda es la realización de un concurso entre las diferentes copropiedades para premiar a las que presenten mayores avances de convivencia. Esta iniciativa se desarrollaría antes de finalizar el 2015.

El viceministro Herrera señaló que adicional a la construcción de las viviendas, el ministerio está haciendo una inversión de $600.000 millones en el país para la construcción de distintos espacios que mejoren la calidad de vivida de estas familias.

En Cúcuta la inversión es de $33.000 millones, destinada a dos megacolegios, cuatro Centros de Desarrollo Infantil - dos con inversión del municipio-, un parque, una estación de policía y un  centro de integración ciudadana, este último con recursos también del Ministerio del Interior.

“Estos son esfuerzos a largo plazo y de varias generaciones. Porque lo que uno esperaría es que los hijos que nazcan de estas familias beneficiadas tengan mayores posibilidades”, refirió Herrera.

La nueva carta

(Guillermo Herrera, viceministro de Vivienda. | Foto Juan Pablo Cohen)

Una de las apuestas más importantes del Gobierno Nacional para dinamizar la venta de vivienda es el programa ‘Mi Casa Ya’, dirigida a las familias con ingresos entre dos y cuatro salarios mínimos.

En todo el país el presupuesto del Estado alcanza para entregar unos 130.000 subsidios, de los que se espera que Norte de Santander se quede con 5.000.

El programa ofrece dos beneficios. El primero, explicó el viceministro de Vivienda, es un subsidio entre $7,8 millones y $12,9 millones, para la adquisición de Vivienda de Interés Social (VIS), es decir, aquellas con un precio mínimo de $45 millones y máximo de $87 millones.

La segunda ayuda consiste en una reducción de 4 puntos porcentuales a la tasa de interés de los créditos de vivienda, que en el país promedia el 12%. “Si usted compra una vivienda de 60 millones, la cuota sería de 18 millones, pero con el programa la cuota bajaría hasta 12 millones y la cuota del crédito pasaría de $500.000 a 360.000 mil”, aseveró Herrera.

A diferencia de lo que sucedía con los otros proyectos, en donde el Gobierno decía cuáles eran las viviendas que estaban disponibles, en este caso la familia puede ver una casa y acercarse a un banco con la cédula para ver si cumplen con los requisitos para recibir el subsidio.

Para ser beneficiario de ‘Mi Casa Ya’ las personas no pueden ser propietarios de una vivienda ni haber recibido ningún subsidio de vivienda.