Empresarios de Norte de Santander dedicados a la compra y venta de chatarra están a la expectativa ante la posibilidad de que el Gobierno Nacional levante la restricción que les impide importar material ferroso y no ferroso desde Venezuela.
Desde febrero de 2014, cuando entró en vigencia la resolución 070, que prohibió el ingreso de este tipo de mercancía por las aduanas de Arauca, Cúcuta, Maicao, Riohacha y Puerto Carreño, lo chatarreros del departamento manifestaron su preocupación por el impacto económico y social que generaba esta medida.
Un año y cuatro meses después, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), publicó en su página de internet el proyecto que deroga dicha normatividad.
La directora de aduanas nacionales de la entidad, Claudia Gaviria, indicó que la socialización del documento es uno de los requisitos legales que se debe cumplir para que la normatividad sea firmada.
Además, después de completar este trámite, el texto será revisado nuevamente y sometido a revisión diplomática, debido a que obedece a un acuerdo binacional. Se debe recordar que la suspensión de la importación de chatarra fue una medida que tomaron en conjunto los gobiernos de Colombia y Venezuela, con el objetivo de combatir el contrabando de este tipo de mercancía.
Precisamente, la iniciativa va en concordancia con la resolución 086 emitida en septiembre de 2014 por el ministerio de Economía venezolano, en donde se autorizó la exportación de chatarra.
Impacto regional
El presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Comercializadores de Chatarra (Asociarra), Said Romero, celebró la medida, esperando que en los próximos meses se reanude el proceso de importación.
Según el vocero, durante los 16 meses de la restricción, más de 3.000 recolectores se han visto perjudicados y muchos pequeños empresarios tuvieron que cerrar sus negocios ante la imposibilidad de sostenerlos por la crisis económica generada.
De acuerdo a las cifras de Asociarra, en la ciudad hay cerca de 400 establecimientos de acopio legalmente establecidos, 15 grandes, 150 pequeños (los más afectados ) y el resto medianos. Sin embargo, en las estadísticas del observatorio económico de la Cámara de Comercio de Cúcuta solo aparecen 71 empresas con registro vigente, bajo la actividad de comercio al por mayor de desperdicios, desechos y chatarra.