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Economía
Sequía merma la producción de palma de aceite regional
Se espera que en el segundo semestre se presente una leve mejoría.
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Jorge Andrés Ríos Tangua
Martes, 21 de Julio de 2015

 

El clima le está pasando factura a la producción de palma africana de Norte de Santander. Tras dos años de bajas lluvias y mucho sol, las plantaciones empezaron a presentar una merma en la productividad.

En el primer semestre de 2015, la producción fue de 15 toneladas por hectárea de cultivo, aproximadamente, una cifra muy baja si se tiene en cuenta que el promedio normal es de 24 toneladas.

El productor y vocero de una de las 17 cooperativas de productores de planta que hay en la zona del Catatumbo, Parmenio Tinoco, dijo que si bien es cierto que este año la situación climática ha mejorado, la recuperación de los árboles se va a notar uno o dos años después.  

Es decir, que actualmente la baja producción está relacionada con el deterioro que lastran los cultivos.

Aunque se espera que en el segundo semestre se presente una leve mejoría, lo más probable es que al finalizar el año la producción anual por hectárea este por debajo de las 18 toneladas, afectando la rentabilidad y el futuro de los palmicultores de la región. 

“Este es uno de los promedios más bajos en los últimos años teniendo en cuenta la edad de los árboles y los índices que hemos manejado”, señaló Tinoco.

Según las cifra de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), en 2014 el departamento cerró con 28.471 hectáreas de palma concentradas en la zona del Catatumbo.

El impacto directo de esta situación se notará en agosto, septiembre y octubre  que ya no serán los meses picos de mayor producción, en donde se sacaba gran parte de la producción del año.

El otro factor que está afectando la reducción en los frutos de palma es la fertilización, que hoy está por debajo del 50% de la requerida. 

En este sentido, de acuerdo a la explicación de Tinoco, el problema es el alto costo de los fertilizantes y la falta de recursos de los productores, quienes tienen que evaluar constantemente si pagan las cuotas con los bancos o compran los productos con la frecuencia  necesaria.  

Un aspecto importante es que de las 961 unidades productivas de palma de aceite que hay en la región, 932 son consideradas pequeñas (inferiores a 50 hectáreas), 27 medianas (entre 50 y 500 hectáreas) y dos grandes (superior a 500 hectáreas). 

“Todavía hay consecuencias del paro campesino de 2012, las plantas se deterioraron y si a eso le sumamos la falta de flujo de caja para poder comprar los fertilizantes, estamos en una situación muy complicada para recuperar las plantas”, agregó.

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