Contrario a lo que muchos pensaban, el nivel de consumo en el mercado local no se incrementó tras el cierre de la frontera. Por lo menos así lo aseguraron empresarios del sector de autopartistas de Norte de Santander que presentan una importante baja en las ventas.

El sector, golpeado desde hace varios años por el contrabando de partes nuevas y usadas, afronta hoy un bajón de clientes cercano al 50%, según los cálculos de la Asociación del Sector Automotriz y sus Partes (Asopartes).

Tras cumplirse 43 días de la decisión del Gobierno de Venezuela de cerrar los puentes fronterizos entre el estado Táchira (Venezuela) y Norte de Santander (Colombia), se han dejado de comercializar unos $13.000 millones en mercancía solo en Cúcuta y el área metropolitana, explicó Tulio Zuloaga, presidente ejecutivo del gremio.

Al parecer, a pesar de la devaluación del bolívar fuerte, los venezolanos seguían viajando –aunque en menor medida que hace algunos años– a comprar los repuestos de sus vehículos en la capital nortesantandereana. Según Zuloaga, esto era algo que los ciudadanos del país vecino hacían por necesidad, pues se presume que en Venezuela  cerca de 20.000 vehículos están parados por la escasez.

Para David Alberto Reyes, empresario del sector de autopartes de Cúcuta y vocero regional de Asopartes, la merma en las ventas, también, está generada por la reducción en los ingresos de las familias del departamento que dependían del comercio fronterizo, “que si no tienen trabajo tampoco tienen para invertir en sus carros”.

El gerente comercial del concesionario de Suzuki  en Cúcuta, Oscar Marín, dijo que ante la baja de visitantes venezolanos se han desarrollado diferentes estrategias, entre ellas, las promociones para mantener el nivel de ventas y el flujo de mercancía.

Por su parte, Sergio Palacio, gerente general de Automarcol –comercializador de la marca Ford en Norte de Santander– aceptó que el cierre de frontera representa un gran golpe para los servicio posventa. Ahora, dijo el vocero de la marca, el 100% de las estrategias están enfocadas en la región y en ellas se incluyen el aumento de las visitas a talleres, servitecas y poblaciones.

Las peticiones

Ante la grave situación que afronta el sector, Zuloaga informó que se le pidió al Gobierno Nacional reducir a estos empresarios el 50% de los parafiscales (IVA y renta) y también una disminución del 50% del pago de servicios públicos. “Estas ayudas, en un tiempo prudente, serían una medida estructural para impulsar el sector”, dijo.