La opinión pública en estos últimos días en Colombia se ha cuestionado la posible contratación de la Economista Mariana Mazzucato por parte del Gobierno de Colombia. Los cuestionamientos se basan en diferentes factores, como el valor del contrato de 4.800 millones de pesos, la ideología planteada en los libros de la economista, así como por qué internamente no se puede suplir la necesidad del Gobierno.
Para entender un poco este tema es fundamental conocer el contexto, la Economista Mariana Mazzucato es Profesora y Directora del Instituto para la Innovación y Propósito Público de la University College London, ha escrito libros muy reconocidos como El Estado Emprendedor: Mitos del sector público frente al privado. Así como participante de diferentes foros internacionales y citada en muchas ocasiones por el Presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego.
Empecemos a analizar la situación, por cada punto, lo primero es que el contrato de aproximadamente de 4.800 millones de pesos, es algo que causa un poco de ruido dado que el presupuesto se pudiera considerar alto, aunque anteriores gobiernos han contratado asesorías internacionales para algunas ocasiones, sin embargo, lo que realmente genera cuestionamiento es que en alguno de sus libros, la profesora hace varios cuestionamientos a las firmas consultoras por los cobros y resultados que han tenido los gobiernos.
En el contexto anterior nos preguntamos, si otra firma de las grandes del mundo brinda asesorías, ¿estas son malas? ¿Pero las que brinda con su equipo de investigadores son buenas? En ese orden de ideas es clave entenderlo, porque parecería que la situación de la consultoría está basada en intereses propios.
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Por otro lado, es evidente que existe una afinidad ideológica con el Presidente Gustavo Petro, dado que muchas veces el Presidente ha citado en sus discursos a la Economista y esto evidencia que en varias de las líneas de pensamiento han coincidido, por ello es que también se cuestiona la objetividad técnica para las propuestas económicas que pudieran impulsarse en Colombia.
Por último, el tercer punto que está relacionado de por qué buscar externamente una asesoría cuando en Colombia existimos muchos profesionales y académicos con experiencia que pudiéramos construir un modelo que aporte al fortalecimiento económico y social del país, y allí uno se pregunta, ¿es más valorado los profesionales extranjeros que los nacionales? ¿es viable para un profesor colombiano con Doctorado cobrar 1 millón de dólares?
El punto anterior plantea muchos interrogantes, muchos profesionales hemos tenido la oportunidad de formarnos en universidades locales, así como universidades en Estados Unidos o Europa, pero al parecer esto normalmente no se valora de la manera más adecuada, de allí el sentido de esta famosa frase “Nadie es profeta en su tierra”.
Para concluir esta columna, es evidente que hay una afinidad ideológica del Presidente con la economista, es claro que el nombre de la economista representa una imagen y un peso importante para poder adelantar cualquier cambio económico para el país. Así como también se evidencia que definitivamente los recursos del estado se están moviendo y que el tema de la austeridad en la práctica no es tan claro.
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