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Frontera
Contrabandistas no se detienen con el cierre de frontera
La comercialización de otros productos del vecino país continúa en Cúcuta.
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Jorge Andrés Ríos Tangua
Sábado, 5 de Septiembre de 2015

El contrabando no ha desaparecido de las calles ni los negocios de Cúcuta y el área metropolitana. A pesar del bloqueo y la militarización de los puentes fronterizos ordenado hace 18 días por el presidente venezolano Nicolás Maduro, los productos de su país siguen vendiéndose, casi que con normalidad, en el mercado local.

Aunque la medida de prohibir el paso por las vías y las trochas entre Venezuela y Norte de Santander provocó que desaparecieran casi que de inmediato los puntos de venta de combustible ilegal, la comercialización de otros artículos continúa.

El caso más notorio es el de la carne, que durante los últimos años se transformó en uno de los negocios más lucrativos del mercado negro que se mueve en la frontera y que hoy, al parecer, no se ha detenido.

Tras un recorrido por Cenabastos -el principal centro de abastecimiento de la capital nortesantandereana- se pudo comprobar que el único efecto que ha generado la parálisis fronteriza es el “aumento de la clientela”, porque la carne sigue llegando sin ningún problema.

Cristian Peñaranda, un comerciante de carne del sector, dijo que después del cierre de la frontera la llegada de gente todos los días subió más de un 50 por ciento. Esto fue corroborado por Claudia Moncada, que ahora vende dos reses diarias y no una como estaba acostumbrada.

Si bien es cierto no se puede comprobar que el producto que allí se ofrece sea de Venezuela, varios vendedores reconocieron que normalmente se vende 50 por ciento de carne nacional y 50 por ciento de contrabando, aunque ellos lo único que hacen es recibir el producto en el mesón, de donde viene, poco interesa, lo único que importa es el precio.

Uno de estos vendedores, que como todos, pidió no revelar su identidad cuando se les tocaba el tema de contrabando, aseguró que el ganado sigue pasando vivo desde Venezuela y se sacrifica en mataderos ilegales del departamento.

Verdad o no, es claro que no hay escasez  y que los frigoríficos legales no han aumentado el índice de sacrificio. El presidente ejecutivo del Comité de Ganaderos de Norte de Santander (Coganor), Andrés Hoyos, dijo que el aumento de trabajo en los tres frigoríficos que existen no supera las 50 reses diarias, es decir, que no se ha presentado el aumento que se esperaba tras el cierre fronterizo.

A esto hay que sumarle que según los cálculos de la agremiación, Cúcuta y el área metropolitana requieren aproximadamente 350 animales diarios para el consumo, una producción que el departamento tampoco está en capacidad de proveer.

Lo que sí ha cambiado en el mercado de la carne son los precios, que presentaron la última semana un aumento entre $500 y $1.000 por kilo, dependiendo de la parte de la res que se prefiera. Además, también se presenta una notoria escasez de asadura, por la masiva llegada de personas a comprar estas partes, que antes adquirían en San Antonio (Venezuela).

En relación al pescado la única variación está en el bagre, que ahora es nacional y por eso pasó de costar $17.000 a $19.000 el kilo.

Los víveres

El arroz, la harina, la leche, el aceite y demás productos de la canasta básica que escasean en Venezuela, siguen exhibiéndose con normalidad en los anaqueles y en los negocios callejeros del área metropolitana.

Sin embargo, estos dejaron de llegar con la misma frecuencia y en la misma cantidad con la que los hacían antes.

“Las personas que venían con los productos en bolsas ya no se ven”, dijo *María, una de las vendedoras de Cenabastos.

En su local de víveres aún permanecen varios productos de Venezuela, pero ya empezó a surtir con más productos colombianos, porque muchos de los que venían por la frontera no volvieron a llegar.

El problema, explicó ella, es que a los artículos nacionales se les gana máximo $300, mientras que los venezolanos dejaban una utilidad superior a $1.000.

Así mismo, Lucila Garrido, una vendedora del centro de Cúcuta, dijo que está dejando de ser tan rentable la venta de elementos de Venezuela. En este caso un ejemplo es el arroz, que tras la crisis fronteriza empezó a llegar a $2.700 el kilo, el mismo precio que el arroz nacional. Este fenómeno de incremento de costos se está presentando en casi todos los artículos venezolanos, aseguró.

El lío de los aguacates

Mientras la carne y los otros productos de la canasta básica siguen atravesando de manera ilegal la frontera entre Norte de Santander y Venezuela, el aguacate del país vecino no se ve por ningún lado.

Uno de los comercializadores mayoristas de este fruto, Jaime Rico, explicó que normalmente después de agosto el 100% de los aguacates que se venden en Cúcuta y el área metropolitana provienen de Venezuela, con un precio entre $1.000 y $1.800 el kilo. Ahora, con la situación actual, toda la carga llega del eje cafetero y el costo del kilo supera los $3.000.

Este aumento repentino de precio hizo que vendedores ambulantes de este producto, como Ricardo Rojas, pasaran de comprar 50 kilos diarios, que le costaban $130.000 a 30 kilos diarios, con una inversión de $150.000

“La gente viene y pregunta un aguacate bueno, pero cuando uno les dice que vale $4.000 se van. Ese mismo aguacate antes valía 3.000”, afirmó Rojas.

Continúan las incautaciones

Los operativos para la incautación de contrabando durante la parálisis fronteriza no han parado y desde el 20 de agosto- el primer día del cierre- hasta ayer, se realizaron 120 aprehensiones de mercancía por un valor aduanero de $300 millones, unos $1.200 millones en precio comercial.

Según la información suministrada por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), entre los productos incautados hay carne bovina, ganado, medicamentos, combustible, elementos de aseo y otros productos.

*Nombre cambiado a petición de la persona.

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